Vila no podrá usar el agua regenerada de la nueva depuradora al no haber previsto las canalizaciones

Si se cumplen las previsiones del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), este verano entrará en funcionamiento la nueva depuradora de Ibiza. Una infraestructura preparada para tratar en época estival más de 25.000 metros cúbicos de agua diarios, el equivalente al consumo de 187.000 personas. Todo este caudal recibirá un tratamiento terciario, que lo haría apta para la limpieza de calles y el riego, aunque esto último no será posible por la salinidad de la red de saneamiento de Ibiza.

Lo cierto es que, por el momento, ni siquiera se utilizará el agua para el baldeo de calles y toda acabará en el mar.

La salinidad del agua de la nueva depuradora de Ibiza frustra la regeneración de ses Feixes

A menos de seis meses de la puesta en marcha de esta depuradora, sólo Santa Eulària cuenta con una canalización para poder aprovechar el agua reutilizada de esta planta, que podrá usar para la limpieza de sus calles. El Ayuntamiento de Ibiza está estudiando, todavía, dónde interceptar parte de ese caudal para poder aprovecharlo. Un proyecto que requerirá unos permisos e infraestructuras que podrían tardar años en estar listos.

El agua de la nueva depuradora de Ibiza no se podrá usar para el riego

«Hay un terciario y tenemos que poder usar este agua. Ahora mismo no sé dónde la interceptaremos, pero hay que poder aprovecharla», asegura al respecto el concejal de Medio Ambiente, Limpieza y Edificios, Jordi Grivé.

Reproches a PSOE y Podemos

Lamenta que el anterior Ejecutivo de PSOE y Podemos no hiciera las gestiones para ejecutar el proyecto y aprovechara las obras de la depuradora para agilizar las canalizaciones. «Santa Eulària aprovechó las zanjas que ya había hecho la empresa constructora para instalar sus propias canalizaciones de aprovechamiento del agua depurada. Ahora ya es tarde para nosotros, pero si hubiésemos estado en el gobierno habríamos pedido lo mismo», lamenta Grivé.

Vila ahora estudia dos posibles alternativas para poder aprovechar el agua regenerada. La primera sería alcanzar un acuerdo con Santa Eulària para acceder a los puntos de suministro del caudal regenerado que tendrán en Puig d’en Valls y Jesús. «Tengo pendiente una reunión con la responsable del área para ver si podemos usar su instalación, porque al final tendríamos muy cerca su salida de agua», apunta.

La segunda opción que se estudia es aprovechar el paso del emisario por la antigua depuradora, que se convertirá en estación de bombeo. «Allí lo tenemos relativamente cerca. Estamos estudiando todas las opciones», indica.

El Ayuntamiento de Santa Eulària adjudicó en mayo del año pasado la segunda fase de la canalización del agua regenerada de la depuradora hasta las parroquias de Jesús y Puig d’en Valls. Alcanzó un acuerdo con el Miteco para poder aprovechar las zanjas realizadas durante las obras e instalar de forma paralela las tuberías, lo que supuso un ahorro a las arcas municipales de 730.000 euros.

Los técnicos municipales ya apuntaban en la memoria del proyecto que la construcción de esta derivación era un proyecto «de relativa complejidad técnica y dimensión para una Administración local; no obstante, dado que puede sincronizarse esta actuación con una de mayor envergadura como es la de la futura depuradora de Sa Coma, da pie a simplificar los trabajos previstos para el desarrollo completo y aprovechar este factor supone una notable ventaja».

Canalización pendiente de depósito

El Ayuntamiento tuvo que ejecutar obras desde el paso elevado que hay en la carretera de Santa Eulària, donde se ubican los desvíos hacia Puig d’en Valls y Jesús, lo que acortó y abarató mucho el proyecto.

Sin embargo, para su uso todavía será necesaria la ejecución de los depósitos de almacenamiento necesarios. Fuentes municipales informaron de que para la ejecución de esta infraestructua es necesario conocer la calidad del agua regenerada.

El Consistorio quiere estudiar si a futuro «es factible ofrecer este agua a agricultores de la zona para que se pueda aprovechar más caudal. El tamaño del depósito dependería de si el agua es apta para limpieza de calles y riego o sólo para limpieza (si el nivel de salinidad es alto), lo que implicaría la construcción de un depósito de menor capacidad».

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