Desalojados 15 turistas de un hotel de Ibiza cerrado por impagos a la propiedad

La Audiencia Provincial estima una demanda de los dueños para resolver el contrato con los arrendadores, que llevan cinco años sin pagar la renta

César Navarro

César Navarro

Tras casi cinco años de litigios, quince turistas y cuatro trabajadores fueron desalojados este martes del hotel Casa Victoria Suites, situado en la carretera de Platges de Comte, en una colina entre Sant Agustí y Port des Torrent. Son las víctimas más visibles de una lucha en los tribunales que inició a principios de 2019 la propiedad del establecimiento, Casa Victoria S.A., contra la primera sociedad a la que alquiló su explotación, Ibiza Global Services & Management Group S.L, que a su vez la subarrendó «por cinco veces el precio del primer alquiler» a otra mercantil, que lo ha estado explotando hasta ahora.

La comitiva judicial entra en el hotel. | V. MARÍ

La comitiva judicial entra en el hotel. | V. MARÍ / César Navarro. Ibiza

La defensa de los demandantes, el bufete valenciano Las Ciencias Abogados, representado por el abogado Jesús Crespo, explica que la deuda por el impago del alquiler del local durante estos cinco años ronda los 600.000 euros, y recuerda que todavía quedan pendientes varias causas judiciales que podría iniciar su cliente, «si lo considera oportuno», por el lucro obtenido supuestamente de manera irregular por las dos empresas; el supuesto delito en este caso sería de administración desleal.

Un guardia civil le lleva la maleta a una inquilina. | VICENT MARÍ

Un guardia civil le lleva la maleta a una inquilina. | VICENT MARÍ / César Navarro. Ibiza

En el desalojo no ha habido incidentes. Se ha llevado a cabo desde las 10 hasta las 12 horas de manera «tranquila, como esperábamos». Había turistas hospedados a los que hubo que desalojar también, a pesar de que la orden de lanzamiento le fue comunicada a la empresa explotadora «hace un mes» y que tenía hasta el pasado viernes 16 de febrero para llevar a cabo un desalojo voluntario; cosa que obviamente no hizo.

Varios turistas arrastran sus maletas. | V.MARÍ

Varios turistas arrastran sus maletas. | V.MARÍ / César Navarro. Ibiza

Y la sorpresa de los inquilinos era evidente. Han tenido que hacer las maletas de manera precipitada (una de las turistas abandonó el hotel con una toalla alrededor de la cabeza, lo que indica que se acababa de dar una ducha) y buscarse una nueva estancia, algo nada fácil en estas fechas en la isla. Incluso alguna turista ha sido ayudada por los guardias civiles que protegían a la comitiva judicial a llevar sus maletas desde las habitaciones hasta sus vehículos, estacionados frente a la entrada del establecimiento.

El abogado explica que el hotel ha estado abierto todo este tiempo (y sus gestores «hacían caja sin pagar la renta a la propiedad») y ocupado porque algunos mayoristas desoyeron las advertencias de la propiedad en el sentido de que iba a ser desalojado ayer, y siguieron vendiendo plazas. «Los huéspedes estaban sorprendidos, como es lógico», ha explicado Crespo, que ha detallado que los cuatro empleados, que son «responsabilidad de la empresa» demandada, también se alojaban en las instalaciones del hotel.

Este lanzamiento se ha podido llevar a cabo merced a una sentencia de la Audiencia Provincial de fecha del 9 de septiembre de 2021 que estimó un recurso de apelación de Casa Victoria contra un fallo del 21 de enero de ese mismo año del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Ibiza, que daba la razón a la ahora condenada. La Audiencia lo revoca y «acuerda estimar la demanda y declarar resuelto el contrato de arrendamiento celebrado el 29 de junio de 2016 entre Casa Victoria SA e Ibiza Global Services & Management Group». Esta, en virtud de este fallo, debía dejar «libre el inmueble arrendado y a disposición de la propiedad».

Finalmente, y después de «infinidad de triquiñuelas» de la parte demandada, el juzgado ibicenco dictó este lunes la orden de desalojo definitiva.

Todo empieza en 2019

El periplo judicial de este caso se remonta a 2019, cuando la propiedad descubrió que se estaba subarrendado el complejo hotelero a un tercero por «cinco veces el precio que habían pactado entre ellos». Su abogado explicó que entonces iniciaron un procedimiento para lograr la rescisión del contrato. «Pero dejaron de pagar la renta y empezaron a demorar el procedimiento con todas las artimañas posibles». Crespo asegura que en sus años de abogado, «nunca había visto cosa igual; Ibiza es diferente».

Incluso intentaron paralizar la orden de lanzamiento alegando «la apertura de negociaciones con los acreedores concursales». En el auto de levantamiento del pasado lunes, el juzgado ibicenco tumba este ardid jurídico al entender que, «no siendo el bien inmueble que constituye el objeto de la presente ejecución titularidad del ejecutado, que [este mismo] haya iniciado negociaciones concursales no puede afectar a la posesión de un bien que no le pertenece y que no puede integrar la masa activa del concurso».

Ahora, la propiedad, una «familia hotelera que lleva años en la isla», intentará empezar a explotar «cuanto antes» el hotel Casa Victoria Suites, aunque es posible que bajo otro nombre (este extremo no fue confirmado por el letrado). «Están satisfechos aunque la Justicia ha tardado cinco años», agrega Jesús Crespo, que recuerda que el proceso se vio interrumpido además por la crisis sanitaria del covid.

«Pero finalmente han podido recuperar su propiedad», concluye satisfecho tras esta «experiencia única en Ibiza; esta isla tiene algo especial», añade con cierta sorna el abogado.

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