Los peques de Ibiza aprenden nociones de educación vial «a través de la diversión»

Unos veinte pequeños conductores inauguraron ayer, desde las once de la mañana y hasta las dos del mediodía, el nuevo circuito de edcuación vial del municipio de Ibiza, que servirá para enseñar «a través de la diversión» a los niños de todas las edades a reconocer las señales y a familiarizarse con las normas básicas.

Así lo explicó ayer Alberto Serrano, agente de la Policía Local y coordinador de seguridad vial, durante el evento que se celebró en el bulevar Abel Matutes y en el que participaron madres, padres y niños. «No sé conducir papi, ayuda», grita una de las niñas que se desplaza protegida con un casco en bici por el circuito de dos sentidos y regulado por varios stops, ceda el paso y semáforos.

«Al principio entran muy perdidos y no saben cómo moverse, pero a los diez minutos de circulación ya percibes cómo van adquiriendo nociones», continuó explicando Serrano. Además de los agentes, dos monitores voluntarios del colegio de s’Espurna ayudaron a los pequeños a aprender cómo se tienen que desplazar por la carretera de reducidas dimensiones.

«Este circuito está pensado para niños de hasta 14 años, a medida que van creciendo se van añadiendo normativas al aprendizaje», añadió el coordinador, que en un momento dado echó mano del silbato para llamarles atención y ordenarles que formaran dos grupos. «¡Sin ir en dirección contraria, eh!», exclamó divertido. El circuito se utilizará periódicamente en días puntuales que tengan que ver con la movilidad.

Los padres y vecinos de Vila en general valoraron la convocatoria. Josefina, que paseaba por los alrededores, consideró que es una iniciativa «extraordinaria» y que debería existir lo mismo «para instruir a los adultos».

Por su parte, Núria, que acudió con sus dos hijos de tres y cinco años, explicó cómo los niños al principio «hacían cosas raras» pero que poco a poco fueron «aprendiendo algo». «Yo les decía: ‘tened cuidado que está aquí la policía y os va a multar’», comentó entre risas.

La idea principal es que la enseñanza prematura de ciertas nociones sobre señales de tráfico haga mella en los niños y adquieran así buenos hábitos de «respeto y cumplimiento de las normativas», para aplicarlos casi de manera inconsciente cuando sean adultos y circulen ya por carretera.

Catiana Fuster, segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza, comentó que les hace «mucha ilusión poder estrenar el circuito y contar con este nuevo servicio en el departamento de educación vial de la Policía Local».

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