Patrimonio

S’Argentera: Un BIC de Ibiza desde 2003 en proceso de degradación

El arqueólogo Marcus Hermanns recuerda que «sigue en el aire» el plan especial de protección de las minas de s’Argentera, en Sant Carles

Hermanns en una cámara de explotación en agosto de 2013.

Hermanns en una cámara de explotación en agosto de 2013. / M. H.

Para Luis Alberto Tostón, geólogo y profesor de instituto, S’Argentera es «un bosque encantado, una mina anómala absorbida por la naturaleza». Para el arqueólogo Marcus Hermanns, «un laboratorio a cielo abierto» que se degrada poco a poco. La antigua mina, que se especula que podría haber sido aprovechada por los fenicios y que, esto sí se sabe, fue intensamente explotada de forma intermitente en diversas épocas, está protegida por la figura del BIC (Bien de Interés Cultural), si bien, como advierte Hermanns, «para la gestión de todo BIC es obligatorio redactar un plan especial de protección. Y este se encuentra un poco en el aire, aunque gran parte del trabajo de ese plan ya está realizado».

Marcus Hermanns en las minas de s’Argentera en el año 2014. | J.A.RIERA

Marcus Hermanns en las minas de s’Argentera en el año 2014. | J.A.RIERA / José Miguel L. Romeroj.m.l.r.

Ses Mines de s’Argentera es BIC desde el año 2003. ¿Por qué aún no ha sido redactado su plan especial? «Buena pregunta, pero no sé contestar. Hubo varias iniciativas y arranques para redactarlo, pero por razones desconocidas al final siempre quedó parado. Es una lástima, pues mientras tanto el terreno de ese BIC se va degradando». Hermanns indica que es el Ayuntamiento de Santa Eulària a quien le compete concluir la redacción del Plan Especial de Protección.

Las ruinas de las instalaciones mineras. | M.H.

Las ruinas de las instalaciones mineras. | M.H. / José Miguel L. Romeroj.m.l.r.

El arqueólogo formó parte del grupo redactor del documento inicial: «Lo teníamos casi listo en 2015. Nos faltaba, simplemente, despejar algunos aspectos legales. Teníamos tres dudas jurídicas que planteamos al Consistorio. Con esas aclaraciones, de haberlas hecho, habríamos presentado el documento». Hermanns añade que, al haber transcurrido tanto tiempo, aquel plan ya está desfasado: «Hay que actualizarlo tras lo sucedido desde su redacción. Por ejemplo, el aplanamiento de escombros y su posterior retirada, los restos salidos más tarde o a raíz de esos trabajos... Todo eso debe incluirse en el plan especial, pues el catálogo se ha ampliado».

Entre las cuestiones legales que se plantearon para que las aclarara algún jurista se encontraba de qué manera se podría ver afectado el patrimonio minero por la Ley de Minas balear. O qué hacer con los restos mineros «muy cercanos a la carretera, en la cuneta, justo tras el quitamiedos». «Son aspectos -explica Hermanns- que debían fijarse en el plano, pero los redactores del proyecto éramos arqueólogos, ingenieros, geólogos… Nosotros, de Derecho, no éramos competentes y teníamos dudas». Peros sus dudas no han sido aún despejadas.

El arqueólogo recuerda además que, según la ley de Patrimonio, «los BIC deben estar abiertos al público, aunque sea con cita previa, al menos tres días al mes. Pero por decisión de dos terceras partes de la propiedad se ve denegado el acceso, de manera que «lo que actualmente se puede enseñar de la mina de s’Argentera es muy limitado: las ruinas, que cada vez están más degradadas» .

Pozos cegados por basura

Ya hace seis años se procedió a «una gran limpieza» de ese BIC: «Se habían vertido allí gran parte de los escombros de tres obras públicas, como se vio en una foto de este diario. Se emplearon casi seis semanas para limpiar la zona. Eso dejó al descubierto algunas escombreras, diversos los cortes y frentes de explotación y algún que otro pozo que había sido cegado con los escombros», explica. Otra limpieza y desbroce, efectuada en la zona en 2008, y reflejada en este periódico, fue paralizada por el Consell porque se realizaban mediante maquinaria pesada en una zona sensible, declarada zona arqueológica. En esa ocasión los trabajos se focalizaron en el área donde, más tarde, entre 2012 y 2016, Hermans detectó restos de minería que considera que, posiblemente, sean «pre o protohistóricos», si bien aún no los pueden «definir con exactitud» .

Parte de la información sobre los restos mineros que hay en el BIC y más allá de este los presentó al premio 8 d’Agost de investigación de hace dos años, que ganó. Ese manuscrito aún pendiente de actualizar y publicar: «En él incluí un pequeño catálogo de los restos de toda la zona de s’Argentera, no sólo la del BIC. Su área de influencia llega hasta el mar, hasta Cala Pada, s’Argamassa y Cala Martina, por un lado, y hasta es Figueral, por otro. Es un área bastante grande con restos mineros (como pozos con sus respectivas escombreras) y su infraestructura». Así, por los alrededores de Cala Pada se encuentran las ruinas de las viejas oficinas de administración de la Compañía de Minas de Ibiza, además de la que fue oficina del embarcadero del mineral en esa parte del litoral y «un socavón muy grande correspondiente a los trabajos del túnel de drenaje que pensaban realizar desde Cala Pada hasta la mina de la concesión San Jorge, donde actualmente aún se ven las dos chimeneas y los restos de edificios en la carretera, antes de llegar a la rotonda de las Dalias». En el Puig d’en Miquelet, al nordeste y también fuera del BIC, hay «pozos excavados en la roca de forma rectangular, muy interesantes para ser estudiados».

Túnel de drenaje

Aquel túnel de drenaje que partía de Cala Pada «era un proyecto de ingeniería enorme» que no fue completado: «Después de realizar los primeros 700 metros, desistieron de proseguir porque se dieron cuenta de que llegarían con un nivel de desagüe en el que ganarían únicamente uno o dos metros al nivel de agua que había inundado la mina en la parte al norte del Puig de s’Argentera. No valía la pena el esfuerzo de construir un túnel de casi cinco kilómetros, por lo que lo abandonaron. Los pocos restos de ese túnel que aún quedan son el comienzo del túnel debajo de la arena de la playa, el socavón más al nordoeste de éste y algunos pozos de trabajo que indican la trayectoria». Todo eso está fuera del BIC, igual que los restos cercanos al merendero público: «Si subes por la ladera hay tres rafas, una de ellas enorme en la que se observa perfectamente que previamente fueron pozos que se fueron juntando al quitar material de entre ellos para seguir la veta mineral para su explotación».

Esa, destaca Hermanns, es una más de las historias que cuenta ese terreno, si se sabe leer, claro: «Pero, lamentablemente, ni siquiera en ese merendero hay un letrero que lo explique. Sólo hay uno que advierte de que es una zona de minas y de que se corre «peligro». Es una lástima que desaprovechemos un laboratorio a cielo abierto para los centros educativos de la isla donde se podría impartir ciencias naturales y medioambientales, historia, geología, arqueología… de todo. Y un centro de interpretación sería incluso un reclamo de cara al turismo cultural».

Edificios degradados

Precisamente, uno de los tres propietarios de esos terreno afectados por el BIC, Joan Escandell, «estaba muy ilusionado con hacer algo allí y presentó un proyecto para construir un centro de interpretación, pero se lo pararon en cuanto lo declararon BIC porque hubiera sido muy invasivo». Al arrancar la investigación de s’Argentera, impulsada por el Instituto Arqueológico Alemán en Madrid y liderado por Hermanns, Escandell estaba dispuesto a adaptar su proyecto: «Pero lamentablemente, este proyecto no lo pudo realizar». En la actualidad, insiste, sin el plan especial de protección «es muy difícil hacer algo en esa zona». Ni centro de interpretación ni nada.

Y mientras tanto, mientras el tiempo pasa inexorablemente, en el BIC «se degradan» sus edificios: «Y cuando digo degradar me refiero a que se están cayendo. La naturaleza, además, vuelve a tomar posesión de ese espacio tras la profunda limpieza, a fondo, que hizo el anterior propietario, aquella que nos permitió ver, perfectamente, el paisaje lunar formado por los hoyos de explotación, las escombreras…y el único resto conocido hasta el momento de un «rumbo», instalación minera para lavar el mineral. Ahora vuelven a estar tapados por la naturaleza». La pasada década, Hermanns excavó allí 2.400 metros cuadrados. Extrajo toneladas de tierra, de matorrales... y de basura. Algunos pozos estaban colmatados con los restos de las antiguas minas, pero también con cascotes de obras, con neumáticos, con azulejos, con electrodomésticos… Lo que era una joya para arqueólogos y geólogos, se usaba entonces como basurero.

Uno de los deseos de Hermanns es excavar profundamente, penetrar, a través de tres pozos (uno, quizás sea un respiradero) hasta llegar a «un nivel inferior», pues cree que a una decena de metros discurre una galería en la que se podría encontrar la prueba de que los púnicos llegaron hasta las entrañas de esa montaña.

El covid «paralizó» el plan especial de las minas

Un portavoz del Consistorio de Santa Eulària explica que, antes de la pandemia, estaba «bastante avanzado el procedimiento de contratación de redacción del plan especial de ses Mines y la reserva presupuestaria para poder cubrirla», pero al llegar el covid, «se decidió paralizar los trabajos puesto que con las nuevas circunstancias se consideró que hacer una inversión de este tipo no era tan prioritaria como destinar los fondos para otras cuestiones de tipo social».

«Se ha ido aplazando la revisión de dicho procedimiento, ya que se tiene que ver si hay cambios de normativa que afecten a la redacción y ver el posible coste que podría tener con el aumento de precios generalizado que se ha producido»

Con la vuelta a la normalidad, «se ha ido aplazando la revisión de dicho procedimiento, ya que se tiene que ver si hay cambios de normativa que afecten a la redacción y ver el posible coste que podría tener con el aumento de precios generalizado que se ha producido». Dado que el personal del Ayuntamiento que puede hacer ese trabajo «es limitado y debe abordar muchas cuestiones, es una revisión que se espera poder hacer en breve pero que todavía no se ha podido completar». Su intención es intentar que «en 2024 se pueda completar el procedimiento y que se pueda iniciar la licitación de la redacción».

Por otra parte, Santa Eulària ha abierto un expediente de infracción «porque en una de las parcelas se ha detectado una acumulación de basuras y residuos urbanos. Se está intentando que la propiedad limpie la zona pero de momento es un procedimiento abierto». De no actuar la propiedad, «se estudiarán las sanciones pertinentes y la posibilidad de que el Ayuntamiento realice la limpieza de forma subsidiaria». Posteriormente pasaría la factura de esos trabajos al dueño del terreno.

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