Clase práctica para entender a los migrantes en Ibiza

El parque de la Paz acoge actividades por el Día Internacional de las Personas Migrantes para que estudiantes de los centros educativos de Primaria y Secundaria de Eivissa para conocer este fenómeno desde la perspectiva de las entidades sociales

‘No tengas miedo, libres los que están sufriendo’. Verena, voluntaria de la Cruz Roja, señala este mensaje que cuelga en un panel de corcho bajo el título ‘¿Qué mensaje le enviarías a una persona refugiada?’. «A veces te sorprende cómo los niños y niñas entienden las cosas», comenta. Libertad para el que sufre tras abandonar su tierra, su familia y su vida. Sin juicios ni prejuicios.

La mesa de mensajes de la Cruz Roja fue el arranque y el final para muchos de los grupos que pasaron ayer por las actividades organizadas por el Día Internacional de las Personas Migrantes en el parque de la Paz de Vila. Una jornada en la que los alumnos de 5º y 6º de Primaria, Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos de los centros educativos ibicencos pudieron conocer la labor que realizan con las personas migrantes desde Cáritas, Fons Pitiús de Cooperació, Fundació Deixalles, Médicos del Mundo y Cruz Roja.

Subir a una patera

Junto a la mesa que coordinan Verena y Rubén hay una carpa de lona como las que a veces se instalan para dar la primera atención a los migrantes que llegan a puerto. En su interior, los alumnos se sientan sobre las mantas que Cruz Roja reparte a las personas que llegan en patera.

«¿Alguien me puede decir qué es una patera?», les pregunta Angie a los alumnos que llenan la pequeña carpa. «Un barco que viene desde África», responde un alumno. La voluntaria del equipo de intervención de ayuda humanitaria de Cruz Roja le da la razón, con matices. «No son barcos como los ferris que nos llevan a Formentera o a la Península. Son más sencillos, tienen un motor, no llevan geolocalizado, a veces tampoco llevan chalecos salvavidas ni gasolina suficiente para llegar a Europa. Son barcos muy peligrosos».

Y entonces, «¿por qué hay gente que se sube a estos barcos para cruzar el mar?», les vuelve a preguntar. Los estudiantes piensan un poco: la economía o la guerra. Angie añade la violencia en el país de origen o que la persona esté perseguida; «para subirse a un barco tan pequeño es gente que se encuentra en una situación desesperada». Tienen que estarlo para navegar entre dos y cuatro días desde Argelia en un bote del tamaño de la carpa en la que están los estudiantes. O más pequeño.

Para hacerles entender esa experiencia les embarcan. Sentados en el suelo ven proyectado frente a ellos el mar. Las olas salpican a los espectadores mientras suena una conversación de radio. Se dirigen a rescatar a los tripulantes de una patera en alta mar.

Llegar a puerto

Junto a una ambulancia de la Cruz Roja, Dora, Luna y David explican el siguiente paso tras rescatar a los migrantes: atenderles. «Lo primero es identificarlos, llenamos una ficha con su nombre y apellidos, sexo, nacionalidad, idioma, dónde embarcaron... Intentamos obtener la mayor información posible», explica Luna. Allí mismo reciben una primera atención médica, continúa explicando Dora, aunque se les derivará al hospital si es necesario. «A las mujeres mayores de edad se les hace un test de embarazo con su permiso. En muchas ocasiones nos encontramos que había una persona más en la patera y no lo sabían ni los tripulantes», indica al respecto.

Finalmente se les proporciona una muda, algo de comer, una manta, un kit de higiene y unos zapatos «sin cordones, porque cuando llegan a Eivissa están detenidos y no pueden llevar ningún elemento que suponga un riesgo», apunta David.

Una vez en España, algunos son devueltos. Otros iniciarán una nueva vida en Europa y aquí llega la asistencia de las entidades que les ofrecen apoyo.

Tania es voluntaria en Médicos del Mundo. También fue migrante. Vino a España desde Colombia y ahora ayuda a personas que llegan desde otros países en situaciones complejas. Su origen es lo primero que les cuenta a los niños. «Soy voluntaria pero también soy migrante y eso hace que estén más atentos al ver que tenemos esa doble posición», explica.

Su mensaje quiere que sea positivo respecto a la migración, «no sólo quedarse con esa parte triste de la salida del país, sino que hay gente que ayuda a que estas personas salgan adelante». En invierno, en Eivissa, la entidad se centra en ayudar ena la búsqueda de empleo a las personas que acuden a ellos a pedir ayuda. «Si no tienes trabajo no puedes cumplir con las condiciones que te permiten regularizar tu situación», advierte.

Un empleo, esencial

En Médicos del Mundo la salud es primordial, pero para acceder al sistema sanitario es necesario tener tarjeta sanitaria. Y para eso hay que estar empadronado y uno no se puede empadronar si no tiene vivienda y difícilmente pagará un alquiler sin un salario. Así que el empleo es un aspecto transversal de todas las organizaciones asistenciales.

Es por ello que el empleo también es un pilar de los programas de Cáritas y la Fundación Deixalles. Ambas entidades tienen programas de inserción laboral para personas en riesgo de exclusión social. En ellos no sólo se trabajan habilidades para un empleo concreto (la jardinería y horticultura en el caso de Cáritas dentro de la finca Can Pep Xico, la restauración de muebles y reparación de aparatos en el caso de Deixalles), sino sencillamente aspectos como la puntualidad en el trabajo, el respeto a los compañeros o cómo afrontar una entrevista de trabajo. «Somos un parapeto para las administraciones con todos esos casos de Servicios Sociales, muchos por falta de papeles, a los que damos una solución temporal y una salida a esta situación», cuenta Adrián, monitor de recuperación de residuos voluminosos en Deixalles.

Pero ayer Adrián estaba en su faceta musical, como el rapero Sr. A. «Uso el rap para conectar con ellos. Trabajamos con jóvenes con historias muy duras, pero les gusta el rap y el trap, como a los chavales de todo el mundo. Es un punto de conexión muy guay con los jóvenes que vienen a esta jornada». Preparó unas bases y unas letras con los estudiantes ibicencos, les dio algunas pautas para mirar al público o pedir coros. El resultado fue una implicación total. Con letras sobre el trauma migratorio, los conflictos con la sociedad a la que llegan o las dificultades para salir adelante, conectó con el público adolescente ibicenco.

«Es muy fácil abordar en las aulas el tema de la migración, es algo que viven porque tienen muchos compañero que han vivido esta situación», comenta Marta Cardona, del Fons Pitiús de Cooperació. Su compañera, Bea de Astorza, lo ratifica. «Están muy abiertos a entender el mensaje y ves mucha empatía. Las aulas son muy diversas y viven esa diversidad».

A Xavi, de 6ºB del CEIP Can Misses, le ha impactado la actividad ‘La maleta que más pesa’, en la que dice que ha descubierto la importancia de las cosas pequeñas cuando uno abandona su hogar, «como las fotos para recordar a tu familia y a los que quieres».

Su mensaje a las personas refugiadas lo ha escrito junto a Enzo, Ádam y Marc: «No te arrepientas de haber salido de tu país».

Suscríbete para seguir leyendo