Una presunta víctima de abusos por parte de un cura en Ibiza será indemnizada

Sergio Lleó, el primero que denunció a un párroco de Ibiza, recibe el agradecimiento del Defensor del Pueblo por la aportación de su testimonio

Sergio Lleó, frente a la parroquia de la Mare de Déu del Roser de Vila, en la que fue monaguillo durante varios años.

Sergio Lleó, frente a la parroquia de la Mare de Déu del Roser de Vila, en la que fue monaguillo durante varios años. / Á.T

El ibicenco Sergio Lleó será una de las posibles víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia cuyo caso ya ha prescrito que podrán ser indemnizadas por el Gobierno, aunque se desconoce todavía la cantidad que percibirá y cuándo se depositará dicha indemnización.

El informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia contempla la creación de un «órgano especial de carácter temporal» que tenga la finalidad de reparar el daño causado a todas las víctimas que hayan sufrido agresiones o abusos sexuales pero su proceso ya no esté vigente. En el caso de Lleó, los presuntos abusos se cometieron en el año 1996 y cuando denunció públicamente los hechos, en 2021, lo hizo «por una necesidad social, sabiendo que había prescrito», asegura.

Lleó recibió hace unos días un correo electrónico del Defensor del Pueblo en el que le informaba de que podrá ser indemnizado y en el que se adjuntaba el informe, un resumen del mismo y también una carta de agradecimiento por la aportación de su testimonio.

En cuanto a la reparación del daño, Lleó cree que «debería correr a cargo de la Conferencia Episcopal y no del Estado». Por otro lado, en referencia al informe, declara: «Lo que a mí no me cuadra, en general, es que el diario El País hable de 2.700 casos y el informe solo de 400».

Lleó colaboró en la elaboración del documento en que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, acusó al Obispado de Ibiza de no suministrar información a la investigación ni colaborar en ella.

Unas conclusiones que fueron posteriormente criticadas por el obispo de Pitiusas, Vicent Ribas Prats, quien aseguró haber aportado información sobre dos casos de los que se tiene constancia. Uno de ellos desestimado por falta de pruebas y cuya denuncia además se demostró falsa y el otro es el que implica al cura Juan Manuel de Souza, al que acusa Lleó, que fue el primero en denunciar en Ibiza, a través de redes sociales, a este sacerdote por abusar sexualmente de él cuando era un niño.

Las demás víctimas que presuntamente sufrieron abusos por parte del acusado y vivieron, por tanto, la misma pesadilla, se animaron a denunciar después de que Lleó compartiera su testimonio. «Lo hice público porque sabía que iba a tener repercusión y al final no iba a ser el único valiente», testifica.

Hasta el momento, el total de casos denunciados ante la Justicia contra este cura son cinco. Tres de ellos han prescrito y en cuanto a los dos restantes, el juicio está pendiente de celebrarse. En ese sentido, Lleó pide poder «apoyar a a las víctimas» en su proceso judicial a pesar de que su caso ya haya prescrito. «Si no es como denunciante, por lo menos como testigo», observa, para poder dar «continuidad a su caso».

La narración de los hechos

Lleó denunció en 2021 los hechos sufridos a mitad de los noventa por parte del párroco de Ibiza mientras él era monaguillo en la parroquia de la Mare de Déu del Roser de Vila. «Por aquel entonces mi padre tenía un restaurante aquí al lado -señala una esquina cercana a la iglesia-, yo le ayudaba de vez en cuando, y los clientes habituales era personal de Correos, de la Policía y de la Iglesia, entre ellas el párroco», explica.

Los abusos se cometieron, según relata Lleó, un día cuando él tenía diez años y fue a preparar la misa. El niño descubrió que el cura no estaba y subió a la casa parroquial donde residía, situada en la planta superior de la iglesia. Entonces fue cuando el sacerdote le pidió que se sentara en el sofá y la víctima descubrió que debajo de la sotana no llevaba ropa interior, luego le cogió la mano y la puso hasta tres veces sobre sus partes íntimas, relata Lleó.

Más de veinte años más tarde, cuando estaba en la UIB (Universitat de les Illes Balears) estudiando Derecho y le tocó analizar para un trabajo una sentencia judicial sobre abusos, rememoró lo que había vivido y se animó a contarlo. «Desde la Iglesia me silenciaron», asegura Lleó.

Ahora, De Souza (que ya no vive en Ibiza) permanece acusado por otros dos casos de presuntos abusos sexuales a sendos menores que no han prescrito y por los que la Fiscalía le pide seis años de prisión. Lleó critica que finalmente la pena «se quedará en cuatro años» y añade que para él que se haga justicia significa que el encausado vaya a prisión.

La carta del Defensor del Pueblo a las víctimas que han colaborado con el informe

Esta es la carta que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha enviado a Sergio Lleó y otras víctimas que colaboraron en la elaboración del informe sobre abusos sexuales en la Iglesia: «Gracias, muchas gracias. Tus palabras y tu testimonio tienen valor en sí mismos. Son un acto de generosidad que, sin duda, no te habrá resultado fácil. Todo nuestro afecto y nuestra solidaridad y singularmente nuestro compromiso, porque se trata de responder, es necesario, incluso imprescindible. La Iglesia Católica y los poderes públicos tienen que adoptar las medidas que se requieren para afrontar tanta desconsideración y olvido, por justicia y por verdad. Y para que tengan una adecuada reparación y que ni lo sucedido, ni nada similar vuelva a repetitrse. Es imprescindible que se actúe con decisión, porque sigue abierta la necesidad de dar respuesta a las víctimas, de darte respuesta, tras tantos años de desconsideración. Escucharte y conversar contigo ha sido determinante. No solo para el informe, también para nuestras vidas. Y espero, esperamos, que asimismo para la tuya».

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