Una menina en reconocimiento al esfuerzo y el «duro» trabajo desempeñado desde hace 26 años y durante los que se ha atendido a un total de 7.500 mujeres y niños víctimas de violencia machista en Ibiza y Formentera.
El equipo de la Oficina de la Dona recibió ayer por la mañana el premio Meninas por parte del director insular de la Administración del Estado en las Pitiusas, Enrique Sánchez Navarrete, en un acto celebrado a partir de las 13 horas en el Casal d’Igualtat de Vila. Lo recibieron más de cuarenta psicólogas, educadoras y trabajadoras sociales y auxiliares que han conformado y conforman la Oficina de la Dona.
A la cita también asistió Sara Barbado, concejala de Infancia, Igualdad y Mayores del Ayuntamiento de Ibiza, que cedió el espacio para la ocasión: la duodécima edición nacional del Premio Meninas 2023. Se trata de un galardón que lleva distinguiendo la labor de personas, colectivos, entidades, colectivos e instituciones que luchan contra la violencia de género desde el año 2020.
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«Pequeño pero inmenso equipo»
Las integrantes de la Oficina de la Dona construyen «un pequeño pero inmenso equipo» que ha trabajado «contra viento y marea» motivado por poner fin al «sufrimiento de las víctimas», consideró durante el acto la veterana Ángela Padilla, que ejerció de portavoz del resto de la plantilla. «Muchas de las presentes recordarán semanas largas densas y complicadas». «Este objetivo -el de terminar con el sufrimiento de las personas atendidas- fue el impulso para conseguir pasar estas dificultades», añadió.
La Oficina, que nació como un «proyecto experimental» que al principio recibía un nombre «mucho más largo» y tenía funciones más limitadas, abrió sus puertas en septiembre de 1997, siendo «pionero» en su labor a nivel nacional, como afirmó ayer una de sus ex directoras, Sara Santacruz.
La Oficina de la Dona de Ibiza atiende a cuatro víctimas de agresiones sexuales en grupo
En esos primeros pasos, el equipo estaba formado tan solo «por una asesora jurídica, una psicóloga (ella misma) y poco después, una trabajadora social y atendía tan solo los martes y los jueves unas cuantas horas». La «abrumadora» avalancha [de demanda] provocó que el programa tuviera que ampliarse un año después de su creación. Entonces, la violencia machista todavía recibía el nombre de violencia doméstica y la sociedad estaba «mucho menos sensibilizada» en materia de desigualdad de género.
La Oficina contribuyó a establecer las bases de la Ley contra la Violencia de Género aprobada en 2004 y fue de las primeras en desarrollar la mediación familiar y de atención a las víctimas, programas de atención de visitas y de coordinación y derivación de los casos y también en proporcionar tratamiento a los agresores.
«Un faro» contra la violencia
Un camino «lleno de espinas» durante el que la Oficina ha sido sido «un faro» contra la violencia machista en Ibiza y Formentera y que les ha traído hasta donde están hoy, añadió Santacruz. Ahora el servicio está en marcha todos los días de 8 a 15 horas y cuenta además con un teléfono de emergencias.
Denunciar la violencia machista: una «responsabilidad de todos»
Olga Guerra, sentada a su derecha, también vivió en primera persona las vicisitudes de ser directora del centro, donde se han atendido «casos emocionalmente muy duros». Algunos de ellos, así como los «nombres completos» de muchas de las víctimas, todavía resuenan en la cabeza de Guerra.
Tras el galardón, la Oficina seguirá «apostando por una sociedad donde no se maltrate y asesine a las mujeres», recalcó Padilla en su intervención. «Hombres y mujeres tenemos que estar juntos en esta lucha y acabar con esta lacra que tanto nos duele. No bajemos nunca la guardia», pidió la portavoz.