Aunar voluntades para dignificar vidas

Gratitud, implicación y motivación. Son las cualidades que unen al CEO de la cadena Vibra Hotels, Antonio Domenech, y al director de Cáritas Diocesana de Ibiza, Joan Torres, y a todo el equipo que desde octubre están inmersos en la remodelación del antiguo albergue municipal, propiedad del Obispado, ubicado en la última planta del edificio de Cáritas de la calle Carles III de Vila.

Dichas instalaciones están en desuso desde que el albergue municipal fue trasladado al nuevo edificio de la calle Abad y LaSierra, esquina con calle Vicent Serra, donde estaban las oficinas de la Policía Local de Ibiza.

La unión de Vibra Hotels y Cáritas, que ya colaboraban con la donación de alimentos y en el plano laboral, llega de la mano de la encargada de las acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en la empresa hotelera, Noelia Boned, y de las hasta 16 empresas proveedoras que no han dudado ni un momento en sumarse al proyecto.

Las obras tienen como objetivo ofrecer un lugar renovado y moderno para aquellas personas que están intentando retomar su vida, «despegar», como dice Joan Torres, que no puede ocultar su satisfacción entre andamios, maderas, polvo, material de obra y cables colgando.

Los más de 360 metros cuadrados del albergue están en plena transformación. Para ello, la compañía hotelera, que es la primera vez que se implica en un proyecto de esta envergadura, ha trasladado a sus propios empleados, aprovechando que ya se han cerrado los hoteles, para que se encarguen de renovar todas las instalaciones de luz, agua, gas, carpintería y mobiliario. Darle una nueva vida a este inmueble que, debido a su nulo uso, se encontraba en pésimo estado.

Más que un lavado de cara

Al principio, señala Domenech, se trataba de un proyecto «más pequeño». Una especie de ‘lavado de cara’, reutilizando muebles de los establecimientos hoteleros en buen estado, pero de una estética pasada. Pero las palabras de Torres hicieron cambiar el rumbo del viaje: «Joan me dijo que aquí se debía ayudar a recuperar la dignidad de las personas», apunta el CEO de Vibra. Y en eso están.

Las 16 empresas proveedoras se han sumado al proyecto desde el principio, sin dudarlo: «Sabíamos que íbamos a tener una respuesta positiva, pero antes de terminar la reunión [en la que se les informó de las intenciones] todos dijeron que sí», recuerda Boned.

Torres tiene claro que el gran «logro» es la «labor de Antonio de aunar voluntades». Y con esto se refiere a la voluntad de empresas como Antonio Cabot, que aporta material de fontanería; Baxi, con calderas y aerotermia; CB Electric (electrodomésticos y equipamiento); Construcciones Benito Juan Pulido, que realiza la obra civil; Daystel (cortinas y textiles); Estudio Rao (estudio preliminar y mediciones); FE3D by Tomás Monge, que se encarga de carpintería metálica y mamparas; Gasifred, con equipamientos de climatización; IBIMA Mantenimiento Ibiza, obra civil; Ibiza Gas (instalación de calderas y calefacción); Menendez Ribas (suministro de pintura y esmaltes); Muebles Luis Lara (carpintería y armarios); Pitiusas de Seguridad (sistemas contra incendios); Sabicol (camas, colchones y sofá); Sonepar (material eléctrico e iluminación) y Suministros Ibiza, con material de construcción, fontanería y sanitario.

Impactos positivos para la sociedad de Eivissa

Aunque la remodelación del albergue es una de las obras más grandes en las que se ha implicado Vibra Hotels hasta el momento, la responsable del departamento de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), Noelia Boned, habla con satisfacción no solo de este proyecto sino de todos aquellos en los que están implicados. Boned destaca el apoyo que brindan al proyecto El Descanso del Guerrero desde 2018. Se trata de una iniciativa de la ONG Juntos en la que se invita a las familias con niños hospitalizados de larga duración a pasar unos días de descanso en los hoteles de la cadena. Lo mismo sucede con la Asociación de Personas con Necesidades Especiales d’Eivissa y Formentera (Apneef). En este caso, los hoteles acogen diversas actividades educativas y de ocio durante un fin de semana para los usuarios y sus familias. La donación de alimentos a Cáritas, la colaboración con la Asociación Pitiusa de Ayuda a Afectados de Cáncer (APAAC) o la entrega de material de la Fundación Deixalles, son otros de los proyectos impulsados desde Vibra Hotels con el fin de «dejar un impacto positivo en la isla». 

«Lo que queremos es que los que vengan aquí puedan estrenar sus camas, sus sábanas, los armarios... Es importantísimo porque es gente que viene para que se le ayude a despegar y por eso estamos utilizando materiales de primera calidad como utilizaríamos en nuestras casas», explica Domenech.

Implicación

A Torres, a quien nadie puede quitarle la satisfacción mientras recorre el pasillo polvoriento por el que se distribuyen las 14 habitaciones junto al director de ingeniería y mantenimiento de Vibra Hotels, Víctor Ribas, le abruma la «implicación» de todo el equipo de la cadena hotelera, que se encargan de la coordinación de los trabajos.

Cuando se pregunta por el coste de las obras, Domenech las cifra en cerca de 400.000 euros, pero Torres interrumpe: «No es solo el coste, es la implicación. Personas que tienen posibilidad económica hay muchas, pero que quieran dar el dinero y además hacer el trabajo, es más rebuscado», reconoce. Torres desea que esta fórmula de colaboración pueda expandirse a otros empresarios.

Para el responsable de Cáritas, estos trabajos supondrán un «antes y después» ya que permiten ofrecer «herramientas» y «abrir muchas puertas» para aquellas personas, incluso familias, que aun teniendo trabajo no cuentan con un lugar en el que dormir.

Las nuevas instalaciones, que está previsto que estén listas para antes de Navidad, contarán con 19 habitaciones, de las que cinco son dobles con ducha y nueve individuales. La capacidad máxima está pensada para 19 adultos, cinco menores y un trabajador del centro. Además, las instalaciones contarán con un office, lavandería, tres lavadoras y secadora, comedor y sala común, sala de administración, aseos comunes completos con un total de cinco duchas y tres sanitarios.

A pesar de que desde Vibra llevan la batuta de la orquesta, incluyendo a los más de 40 operarios que trabajarán en estas instalaciones, Domenech quiere que el protagonismo recaiga en todas las empresas colaboradoras que permitirán que en unas semanas, el «el albergue sea un lugar completamente equipado al que se pueda llamar hogar».

Suscríbete para seguir leyendo