V Foro Marino

Cuando quieres ser sostenible en el mar y sólo te ponen trabas en Ibiza

La sexta edición del Foro Marino pone dos ejemplos de actividades turísticas responsables con el entorno marino, aunque la Administración y algunas empresas no les facilitan su actividad

‘Ejemplos de turismo responsable con el entorno marino’. Es el título de la última ponencia de la quinta edición del Foro Marino que se celebró ayer en la sede ibicenca de la UIB. En principio, los dos casos escogidos por la organización son ejemplares, idílicos, el sueño de cualquier ecologista. En la práctica son, además, dos pruebas de cómo tanto la Administración como algunas empresas que pregonan la sostenibilidad ponen más trabas que facilidades.

Uno de los dos ejemplos lo puso Maarten Bernhart, CEO y fundador de La Bella Verde: «Somos un ejemplo de empresa que ofrece una experiencia turística sostenible. Llevamos nueve años en Ibiza. Somos la única empresa de charter 100% eléctrica solar y con viento. Todos nuestros barcos son 100% autónomos y renovables». Los motores son eléctricos (no usan gasolina) y se cargan con placas solares: «Nunca cargamos en puerto». En los últimos nueve años, 20.000 personas han navegado con sus barcos en Ibiza «sin contaminar el agua, ni el aire, ni nada». Construyen sus barcos en un astillero de Francia «con materiales reciclables (100%) y no tóxicos».

Hasta aquí el lado rosa de su historia. ¿Es rentable? «Esa es nuestra batalla eterna. La competencia no intenta mejorar y sigue con procedimientos antiguos, lo que les permite mantener sus precios bajos. La gente, cuando alquila un barco por 1.000 euros al día más el gasto de gasolina, no pone reparos, pero si yo les cobro esos 1.000 euros más algo más por ser sostenible, no lo paga. Por eso, para nosotros es muy difícil ser competitivos y mantener nuestra flota». Ser verde es difícil (Kermit dixit).

"Se habla mucho, se hace poco"

Pero no es el único problema al que se enfrentan: «Todo el mundo habla de sostenibilidad en Ibiza, pero se hace poco a la hora de introducir cambios para que pueda ser una realidad aquí. Se habla mucho, pero se hace poco a la hora de subvencionar o facilitar las cosas a quienes realmente estamos intentando hacer algo mejor y bonito». En los nueve años de actividad de la empresa, llegaron a tener siete barcos operando: «Este año sólo tuvimos tres. Y en 2024 habrá sólo dos. ¿La razón? No nos dejan ningún espacio para amarrar. Dependemos de los puertos, y estos sólo quieren ganar dinero. Y donde ganan más es repostando a jetskies, barcos… No les interesamos. Es una lucha constante para nosotros poder existir, una batalla eterna».

Asegura que el problema no es que no puedan pagar la cantidad que les piden, ni que soliciten amarres gratis: «Simplemente queremos que nos dejen un espacio para poder seguir llevando nuestro proyecto adelante. Si me dan un sitio, yo lo pago, el dinero no es problema. Y con gusto porque somos de aquí y queremos estar en Ibiza».

Tras ser denunciados por Medio Ambiente por usar ses Salines como base de operaciones, empezaron con cinco boyas en Es Nàutic de Sant Antoni, cuenta Bernhart: «Este año nos dieron una sola boya para toda nuestra flota. Ni en Ibiza, ni en Santa Eulària, ni en Sant Antoni, ni en Ports IB hay amarres para barcos sostenibles y eléctricos. No existe en su mundo ni les interesa», critica. Han abierto franquicias en Málaga y Lisboa, «y allí todo son facilidades. Entras al puerto, les dices que eres 100% autónomo y te ponen una alfombra roja».

Faenar y hacer turismo

El otro ejemplo expuesto en el Foro fue el de Pescaturismo, impulsado por José Martínez, su CEO: «Nuestra empresa se dedica a dos cosas. Por un lado, a la comercialización de las excursiones turísticas con pescadores tradicionales, a los que incluso ayudamos a gestionar los permisos y las autorizaciones con Capitanía. Y como fuimos los primeros que empezamos con este tema en 2016, la empresa se ha convertido en un referente de la diversificación pesquera y economía azul». Así, han formado parte del grupo de expertos del Ministerio de Educación que ha creado la cualificación profesional de Pescaturismo, una FP de segundo grado. El pasado año crearon para la Junta de Andalucía un plan de viabilidad de actividades de Pescaturismo. Este año, lo mismo para Euskadi. Y acaban de ganar un concurso, junto a otras siete empresas, para crear la red de turismo pesquero de España, un proyecto del Ministerio de Turismo cofinanciado por la UE.

Hasta aquí su cuento de hadas. El de brujas es parecido al anterior. «¿Hay muchos pescadores que se quieran apuntar a Pescaturismo? Sí. El problema son las trabas que les ponen. Nosotros empezamos en Mallorca y en Menorca. Y lo intentamos en Ibiza, incluso antes de que existiera el Real Decreto del 2019 sobre esta actividad, que es muy restrictivo. Y no sólo por los elementos de seguridad, sino también por la eslora de los barcos». Dice que el decreto deja mucha libertad para la interpretación de las capitanías marítimas. Demasiada: «Curiosamente, hay zonas en las que el capitán marítimo está más por la labor de facilitar a los pescadores que puedan desarrollar esa actividad». En Ibiza fue la razón por la que desistieron: «Los pescadores terminaban desanimados. En Mallorca (8) y Menorca (2), por el contrario, hay 10 barcos que desarrollan esta actividad. Son la mitad de todos los que tenemos en España». Hay tantos en esas islas porque «está siendo muy rentable». El año pasado cubrieron allí unas 300 excursiones con un millar de turistas, el 80% extranjeros.

«En Ibiza, y sobre todo en Formentera, había muchísimo interés en el pescaturismo (...) Pero se pusieron trabas en aquel momento y lo dejamos. No lo hemos vuelto a intentar. Cada vez que una capitanía pone trabas, abandonamos ese proyecto»

«En Ibiza, y sobre todo en Formentera, había muchísimo interés en el pescaturismo. En Formentera incluso querían promocionar la pesca de arrastre vendiendo la idea de que dan la vuelta a la isla cada vez que faenan. Pero se pusieron trabas en aquel momento y lo dejamos. No lo hemos vuelto a intentar. Cada vez que una capitanía pone trabas, abandonamos ese proyecto», explica Martínez.

El CEO de Pescaturismo asegura que «lo de las capitanías marítimas no es sólo cosa de aquí». «En Galicia -detalla- teníamos dos barcos autorizados. Uno en Cangas y otro en Sanxenxo, a 15 kilómetros de distancia en línea recta, pero cada uno depende de una capitanía. Al principio, cada capitanía autorizó sus respectivos barcos. El barco de Sanxenxo sigue operando, el de Cangas no desde que cambiaron al capitán marítimo. Con él se modificaron las reglas del juego. Ya no se lo autorizan». En Asturias presentaron alegaciones durante dos años, hasta que el pescador logró el permiso». A perseverante, asegura, no ganaba nadie a aquel hombre.

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