Llama la atención

Que cinco años después de la desaparición de Nuria Escalante en Eivissa la investigación esté en punto muerto y no haya más pistas sobre qué pudo ser de ella. Después de la grabación de una cámara del Passeig de ses Fonts de Sant Antoni en la noche del 31 de octubre de 2018, en la que aparece con un compañero de casa, que fue el principal sospechoso en la investigación, no se volvió a saber nada de ella. Su hijo David está convencido de que la mataron y sigue en la lucha para que se descubra la verdad.

Las referencias del Defensor del Pueblo al Obispado de Eivissa y Formentera en el ‘Informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica’, entregado este viernes en el Congreso de los Diputados, en las que coloca a la diócesis pitiusa entre las que menos han colaborado con los investigadores. Por su parte, el Obispado ha respondido que remitió toda la información que se le requirió en una extensa nota remitida a última hora de la noche de ayer en la que contradice al informe.