Economía

Cae un 19% el número de hipotecas en las Pitiusas, pero su importe aumenta un 49%

El crédito medio para adquirir una casa en Ibiza se eleva ya a 415.000 euros, 86.000 euros más que el pasado año debido al encarecimiento de los préstamos, al elevado precio de los inmuebles y al aumento de la adquisición de mansiones

Grúas de construcciones en Santa Eulària.

Grúas de construcciones en Santa Eulària. / Vicent Marí

Los elevados precios de los inmuebles, la inflación y el brutal coste de los créditos como consecuencia del alza de los tipos de interés, que no parece tener fin, son las principales causas de la marejada (por momentos galerna) que está viviendo este año el mercado inmobiliario en las Pitiusas. Mientras la demarcación ibicenca del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (Coaib) avisa de la drástica reducción de proyectos visados (especialmente de viviendas plurifamiliares, pues los chalets y mansiones siguen en aumento), las estadísticas relativas a hipotecas sobre viviendas revelan un comportamiento similar. En medio año (estas estadísticas suelen llevar un retraso de un par de meses) se han tramitado 621 hipotecas en las Pitiusas, un 14,7% menos que en el mismo periodo de hace un año. Es más, esa cantidad de créditos se encuentra entre las seis más bajas de los últimos tres lustros.

Pero esa reducción es sólo del número de operaciones, pues su importe, por el contrario, ha aumentado considerablemente: los pitiusos se han hipotecado en seis meses por valor de 258 millones de euros, casi 19 millones más que hace un año. Puede parecer contradictorio que el importe haya crecido un 8% mientras el número de operaciones ha caído un 14,7%, pero no lo es. Hay varios motivos que lo explican. Primero, que las viviendas cuestan cada vez más en estas islas, donde el ladrillo vale su peso en oro (tanto fruto de la especulación como de la escasa oferta y de la inflación que afecta a los materiales de construcción).

Segundo, que para detener la inflación galopante, el Banco Central Europeo ha decidido poner el precio del dinero por las nubes, de manera que comprar una casa cuesta ahora un riñón (y parte del otro) en comparación con la reciente época en que la inflación era cero o negativa.

Más villas que pisitos

Y tercero, que en esta estadística se refleja la advertencia hecha por los arquitectos pitiusos hace dos días: cada vez se construyen menos viviendas plurifamiliares (los pisos o apartamentos) mientras las unifamiliares (villas, chalés, mansiones…) no paran de crecer. Alegan (al menos los representantes del Coaib en Mallorca) que a los promotores no les sale a cuenta ceder a la Administración todo el terreno que la legislación les exige, sobre todo (y esto lo dicen los arquitectos pitiusos) «en un marco de escasez de suelo urbano y con el actual desequilibrio entre el precio de la vivienda y el poder adquisitivo del potencial comprador». Les resulta más rentable construir mansiones que un pisito de 50 metros cuadrados.

Es decir, se venden más inmuebles súper o hipercaros (inasequibles para las clases medias) que caros (la palabra barato está descartada en Ibiza y Formentera), de manera que no extraña que la estadística refleje que la hipoteca media del actual ejercicio ya ascienda a 415.000 euros, unos 86.000 euros más cara que la de 2022 y 218.000 euros superior a la media de 2019.

En todos los tipos de inmuebles

En general, ha caído el número de hipotecas sobre cualquier tipo de inmueble (no sólo sobre las viviendas): se han contabilizado 902 en las Pitiusas en el primer semestre, un 19,2% menos que en idéntico periodo de 2022. El mayor descenso (un 20,8% de caída) se produce en las fincas urbanas. Eso sí, esa reducción no impide que el importe acumulado haya crecido nada menos que un 49%: en total, lo hipotecado asciende a 663 millones de euros, 217,8 millones más que en el primer semestre de 2022.

En este espectacular aumento, el peso de las viviendas es mínimo comparado con el que han tenido los locales y naves, para los que los créditos ascienden a casi 354 millones de euros, un 353% más (276 millones de euros más) que en 2022. Lo curioso es que, como sucede en el caso de las viviendas, ese aumento del importe se produce mientras cae en picado (un 40%) el número de hipotecas de este tipo de inmuebles.

19% menos de vivienda usada

La media de los créditos (hay que tener en cuenta que en abril se produjo una gran operación que elevó sustancialmente esta media) constituidos para estas superficies en Ibiza y Formentera asciende a 1,85 millones de euros. Y eso es mucho, muchísimo. Hay que tener en cuenta que la media de esas constituciones fue de 241.798 euros, ocho veces menos, hace solo un año.

Las estadísticas de compraventa hechas públicas esta semana y que ya aportan información del mes de julio (un mes más que las que conciernen a las hipotecas) mantienen la tendencia de la caída de las operaciones en el ámbito de las viviendas. Hasta ese mes se registraron 1.172 compraventas, un 15% menos que en 2022. En el caso de la obra nueva (299 ventas), la reducción es mínima, del 2,2%, pero en la vivienda usada (871) es mucho más acentuada, del 19%.

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