Medio Ambiente
La posidonia regresa a es Molins
Un grupo de submarinistas y voluntarios participa en la primera jornada del programa de regeneración de fondos marinos de la Fundación Blue Life
El director técnico del proyecto, Jorge Terrados, ya supervisó el bosque marino de Pollença con el Imedea
La restauración de la posidonia es de tal complejidad que se tardará décadas o siglos en comprobar si la primera plantación que se realiza en Ibiza llega a convertirse en una pradera. Aunque no ofrece grandes diferencias con una reforestación en tierra, ya que se trata de fijar plántulas con las propias manos, de momento su finalidad se destina principalmente a la observación científica y a la concienciación ciudadana.
«Demostramos que es posible plantar posidonia, pero es un proceso tan lento y costoso, porque requiere muchos recursos, que debemos centrarnos en conservar al máximo para restaurar lo mínimo», destacó ayer Jorge Terrados, doctor en ciencias biológicas e investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea).
Terrados, que ejerce de director técnico de esta iniciativa, ha participado en programas pioneros como el bosque marino de Pollença, una replantación que ocupa dos hectáreas en la bahía de la localidad mallorquina.
El proyecto de la Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible) empieza a una escala mucho menor, con una parcela de 120 metros cuadrados dentro del canal de nado de es Puig des Molins, entre es Pas Estret y sa Cova de ses Dones. Para el presidente de la entidad, Óscar Caro, es un primer paso, a cinco años vista, que debe extenderse para que Ibiza pueda convertirse en un polo internacional de la investigación.
De hecho, la fundación ya tiene previstas nuevas zonas para restaurar posidonia, como Porroig y sa Torreta, así como otra iniciativa similar para restaurar corales (gorgonia roja y gorgonia blanca). Además, mientras que la plantación que se emprende ahora parte de semillas germinadas, en noviembre se repetirá una experiencia similar con fragmentos de posidonia (como cualquier esqueje).
La fundación ya tiene previstas nuevas zonas para restaurar posidonia, como Porroig y sa Torreta, así como otra iniciativa similar para restaurar corales
El día clave
Después de tres años desde que se gestara el programa ‘Restauración de las praderas de posidonia y conservación del ecosistema marino del Mediterráneo’, ayer llegó el día más esperado con la primera jornada de plantación. Pero antes de embarcarse el grupo de submarinistas y voluntarios hasta la costa de los Molinos, la Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible) ofreció una rueda de prensa para avanzar los detalles del trabajo. Allí, Óscar Caro aprovechó para dar un tirón de orejas al antiguo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ibiza, como ya hizo el pasado mes de mayo en una presentación previa.
Entonces, Caro echó en cara a la entonces edil de Turismo, Rosa Rubio, la falta de apoyo municipal a la iniciativa. Por su parte, el anterior gobierno municipal indicó que había descartado subvencionar un proyecto piloto de esta fundación porque «el presupuesto que solicitaba para llevarlo a cabo era desmesurado en relación al espacio que se iba a replantar y comparado con otros proyectos que se han desarrollado en Mallorca».
En cambio, Caro ayer puso énfasis en agradecer la predisposición del nuevo concejal de playas de Vila, Manuel Jiménez, que estaba presente en la rueda de prensa. Jiménez, por su parte, destacó elvalor de esta iniciativa y se mostró abierto estudiar vías de colaboración. De momento, Vila se ha comprometido a mantener instalado durante todo el año el balizamiento del canal de nado de es Molins para que sirva de protección a las plantas.
Participación
Este proyecto también incluye una componente de participación ciudadana, por la colaboración de voluntarios, y pretende servir de «experiencia turística regenerativa». Por su parte, Terrados destacó que también se aprovechará, científicamente, para evaluar los diferentes resultados en el desarrollo de las plantas en función de su densidad por metro cuadrado. Para ello, han seguido tres parámetros diferentes de plantación, con parcelas de 25, 50 y 75 unidades.
Con las experiencias previas del Imedea, se prevé que pueda subsistir el 50% de estas plántulas.
Toda la nueva posidonia es el resultado de las semillas que fueron recogidas el pasado mes de mayo en unas campañas de voluntariado que empezaron en el Port de sant Miquel. Según detalló el director técnico, en esas fechas, las semillas llegan a la orilla si se ha producido un año de floración. Este fenómeno no se da todos los años y parece ser que aumenta tras un verano cálido, «como una respuesta al estrés».
Estas semillas, «olivas de mar», estuvieron germinando en acuarios y, tras un cuatro meses, consiguen el tamaño y raíces adecuadas para trasplantarlas al fondo marino. Con las experiencias previas del Imedea, se prevé que pueda subsistir el 50% de estas plántulas.
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