El yate hundido frente a la costa de Formentera no será reflotado

El ‘Irmao’ se incendió el pasado sábado frente a la playa de Cavall d’en Borràs y, tras ser remolcado, se hundió cerca de sa Punta de sa Pedrera

La embarcación de Salvamento Marítimo, al día siguiente, en el lugar del hundimiento. | CIF

La embarcación de Salvamento Marítimo, al día siguiente, en el lugar del hundimiento. | CIF / Pilar Martínez. formentera

Pilar Martínez.

El yate ‘Irmao’, que sufrió un grave incendio por causas que aún se desconocen la tarde del pasado sábado, permanecerá sumergido frente a la costa de sa Punta de sa Pedrera, debido a la gran profundidad de la zona donde se hundió, que hace técnicamente imposible el trabajo de los buzos para su reflotamiento, según explicó ayer José Ramón Crespí, jefe de Salvamento Marítimo en Balears. Así, la lujosa embarcación de 27 metros de eslora se convertirá «en otro pecio más» una vez los especialistas han determinado que no quedan restos de gasoil que pudieran contaminar el área, de gran valor medioambiental y que forma parte del Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera.

Para llegar a esta conclusión, desde Salvamento Marítimo realizaron el domingo una primera inspección desde el aire con el avión ‘Sasemar 305’, con base en Alicante, y desde el agua con la embarcación ‘Salvamar Acrux’. En ese primer reconocimiento, «se detectó un pequeño vertido de gasoil que derivaba hacia el noroeste», expuso ayer Crespí. Este vertido «se dispersó de manera mecánica, batiendo la mancha con los motores» de la embarcación de Salvamento Martítimo, describió el máximo responsable de la institución en Balears.

Durante la mañana de ayer lunes, el ‘Sasemar 305’ regresó a la zona y comprobó que ya no había ningún rastro de vertido, por lo que «entendemos que si no sale más es porque se quemó durante el incendio y lo poco que quedó fue lo que vimos el domingo», argumentó Crespí.

Respecto a la posibilidad de reflotar la embarcación, que fue remolcada por la misma ‘Salvamar Acrux’ desde la costa de Cavall d’en Borrás en un intento de alejarla de la concurrida zona de ses Illetes pero que acabó hundiéndose frente a sa Punta de sa Pedrera, el portavoz de la Salvamento Marítimo explicó que el yate «está a unos 58 metros de profundidad, no es seguro para los buzos trabajar allí». «No es más que una decisión técnica, el reflotamiento no es viable», concluyó Crespí.

Aunque el plan era depositar el yate en una zona con una profundidad accesible, el virulento fuego lo impidió y acabó sumergiéndose totalmente antes de lo deseable.

Respuesta del Consell

Por su parte, desde el Consell de Formentera, su presidente y conseller de Litoral, Llorenç Córdoba, solicitó ayer la retirada «inmediata y urgente» de la embarcación de recreo hundida. Fuentes del Consell aseguraban ayer que desde Capitanía Marítima se les ha recordado que el responsable último de una posible reflotación es el armador, a quien instan a hacerlo «de manera inmediata y urgente para no provocar más problemas». Córdoba lamentó, en declaraciones a Europa Press, que desde hace años el litoral de Formentera sufre una «gran presión», sin un control «efectivo», aunque reclaman desde hace tiempo más medios en este sentido. Tras el siniestro, la institución insular desplazó a las embarcaciones de limpieza del litoral, un servicio contratado por el Govern balear, para inspeccionar el lugar del hundimiento. Estas barcas continuarán vigilando para detectar un posible vertido y para limpiar cualquier tipo de restos que puedan aparecer, recordaron ayer desde el Consell.