Solidaridad

La tienda que rescata vidas en Ibiza

El proyecto de inserción laboral de Cáritas con el reciclaje de ropa empieza a dar sus frutos en su nuevo local de la calle Felip II

La iniciativa nace con vocación de ampliarse a más beneficiarios con la entrada en vigor de la normativa de los residuos textiles

Después de ocho años viviendo en un piso en Ibiza y ganándose la vida en peluquería, Suzi Ferreira pasó por una mala racha que se agravó con el golpe económico por el covid. Cayó en el pozo de la depresión y se quedó sin casa. Nadie lo diría al verla trabajando, radiante y con la cadencia alegre del habla brasileña.

«Ella es muy dinámica y cariñosa. Su manera de ser transmite felicidad y, cuando llega alguien, le dice ‘mi amor’», destaca Elizabeth Lakra, hermana carmelita misionera y una de las voluntarias de la nueva tienda de ropa de Cáritas en la calle Felip II. Esta monja y trabajadora social india, con estudios en Derecho y Teología, es una de las cuatro que viven en el convento de es Cubells. Hace poco que conoce a la brasileña, pero la conexión fue inmediata.

"No vale de nada que alguien se preste a ayudar si tú no estás dispuesto a aceptarlo y tener claro que quieres salir adelante"

Paradójicamente, cuando ya había perdido toda la esperanza, el paso más difícil para Ferreira fue pedir auxilio. «Hay gente que se acomoda a la vida de la calle y no quiere ir a un refugio. No vale de nada que alguien se preste a ayudar si tú no estás dispuesto a aceptarlo y tener claro que quieres salir adelante. Cáritas ha sido mi cielo desde el primer día», confiesa.

Ese primer día fue hace dos años y medio, cuando acudió al programa de acogida a pedir alimentos. Tras perder el piso, durmió en el refugio de sa Bodega y en el Servicio de Acogida Municipal. Ahora tiene techo y ducha en el albergue de sa Joveria, pero se muestra agradecida y muy optimista porque, cuando acabe el verano, podrá alquilar una habitación.

Cuando no sentía ninguna esperanza, el psiquiatra que la atendía le dejó claro que necesitaba ocupar el tiempo. Así que empezó a colaborar como voluntaria de Cáritas, además de ser usuaria de los talleres y el servicio ocupacional. No siempre fue fácil el proceso. «Cuando pensaba en desistir, me me decían ‘tú de aquí no te vas, nos tienes contigo. Ahora creo plenamente en mí».

En febrero, Ferreira empezó a trabajar en la tienda Moda Re de Cáritas en la calle Aragón, que forma parte del proyecto social a nivel nacional para el tratamiento de la ropa reciclada. Desde hace un mes, ha pasado a ser la responsable de la nueva tienda en la calle Felip II, una iniciativa que, aunque comparte finalidad y productos, es obra del voluntariado ibicenco.

Cáritas contaba con un punto de venta en el mismo edificio, propiedad del Obispado de las Pitiusas, aunque al otro lado de la manzana, en la calle Carles III. Con la irrupción del covid, ese local tuvo que utilizarse también como almacén de alimentos y cerrar al público.

El voluntariado

Las seis voluntarias que se hacían cargo de ese servicio no han abandonado su labor en todo este tiempo, ya que mantenían el reparto de prendas para los usuarios. Fueron ellas las que animaron a habilitar unas nuevas instalaciones más amplias, aprovechando que la histórica sede de artes marciales del Club Gimnasio Los Molinos, en el inmueble del Obispado, habían quedado vacías.

Para poner a punto el local, contaron con la ayuda desinteresada del interiorista Luis Yanes. También se sumaron tres voluntarias más, entre ellas Marian Escandell, una amiga de la infancia del obispo, Vicent Ribas («vivíamos puerta con puerta en Sant Antoni»). Ella trabajaba en el negocio de su familia, el Gala Night, y, hace un año, aceptó la invitación para ingresar en la junta directiva y ayudar, como voluntaria, en el proyecto de ropa y reciclaje.

Por la legislación europea, los materiales textiles pasan a ser considerados como un residuo urbano más a partir del año que viene. Por ello, Cáritas prepara proyectos de inserción laboral para tratar las prendas que acaben en los contenedores especializados.

Retexsol

En el caso de Ibiza, ha creado la empresa Retexsol (Reciclajes textiles solidarios), que ya cuenta con cinco empleados. Dos de ellos son personas en inserción laboral, pero la vocación es ampliar los beneficiarios a medida que se implemente esta normativa de la UE.

En estos momentos, todas las prendas que acaban en los 150 contenedores que tiene Cáritas en Ibiza pasan a una nave en Santa Eulària, donde en su momento hizo unos talleres Suzi Ferreira. Allí se seleccionan los materiales y se envían a Barcelona, donde la fundación Formació i Treball de Cáritas se encarga de higienizar los productos en buen estado y, del resto, «se recupera hasta el último hilo para conseguir el mínimo residuo», detalla Escandell.

En estos momentos, entre el 60 y el 65% de las prendas de esta tienda de Cáritas se reparte entre sus beneficiarios, mientras que el resto se vende al público

La futura legislación también obliga a que el 50% de la ropa reutilizable se destine a empresas de inserción laboral, como Retexsol. «Es un proceso muy largo, con mucha gente trabajando desde que llega a los contenedores y acaba en la tienda», destaca Ferreira. «Hay un detalle muy importante, y es que el cliente que viene a la tienda no solo está comprando, sino que ayuda a mucha gente», sentencia.

En estos momentos, entre el 60 y el 65% de las prendas de esta tienda de Cáritas se reparte entre sus beneficiarios, mientras que el resto se vende al público y se reinvierte en el proyecto. «Pero cuando vienen los usuarios con los bonos, pueden elegir la ropa y probársela como cualquier cliente que va de compras. Eso es muy bonito porque les aporta mucha autoestima», valora Ferreira.

Abierto al públicode lunes a sábadoen la calle Felip II

El nuevo local de Cáritas abrió sus puertas hace un mes en la que fue la sede del Gimnasio Club Los Molinos, en la calle Felip II de Vila. La institución diocesana ya tenía una tienda al otro lado de la manzana, en Carles III, pero cerró al público por la irrupción del covid. El horario es de lunes a viernes de 10.30 a 13 horas y de 18.30 a 21 y los sábados de 10 a 13 horas. Para su montaje, Cáritas ha contado con la ayuda desinteresada del interiorista Luis Yanes.

Suscríbete para seguir leyendo