«Trabajar con este calor agobia muchísimo»

Repartidores, Limpidadores o socorristas son algunos de los trabajadores que más expuestos están a la ola de calor de estos días ya que deben pasar ocho horas bajo el sol

Estos días no se habla de otra cosa. La ola de calor con temperaturas superiores a los 30 grados son difíciles de sobrellevar para todos, pero especialmente para los trabajadores cuyo puesto implica pasar mucho tiempo bajo un sol abrasador durante su jornada laboral.

La dureza de estar expuesto al calor se deja sentir con el paso de las horas. «Es mucho más cansado y pesado» con estas temperaturas, admite Juanvi Guasch, empleado de Ibiza Green. Lleva en marcha desde las siete de la mañana con sus compañeros, David y Pedro, y no acabarán su jornada de trabajo hasta las 15 horas, por lo que pasarán la mayor parte de su horario laboral bajo un sol de justicia. Para paliar los efectos del calor, la empresa les ofrece neveras, gorros y crema solar. Si se sobrepasan los 38 grados de temperatura, los trabajadores tienen derecho a parar para evitar posibles golpes de calor.

«Trabajar con este calor agobia muchísimo» | VICENT MARÍ

«Trabajar con este calor agobia muchísimo» | VICENT MARÍ / María Parejo Ribas

Otros intentan animarse un poco pese al calor extremo. «Afronto estas temperaturas con humor y mucha agua», indica Santiago Fernández, un repartidor que lleva desde las ocho de la mañana trabajando sin parar. Desde su empresa no recibe ninguna ayuda. «Procuro salir lo antes posible a repartir para así estar fuera durante las horas con menos calor», afirma y señala que cuando para en una tienda puede tomarse algo y continuar con la calurosa jornada.

Carlos Sierra trabaja para una carpintería metálica. Tiene un horario fijo de ocho a cuatro de la tarde y, si el calor aprieta, no para. «El jefe no trae agua, la compramos nosotros. Solo tenemos una máquina de refrescos en la empresa», lamenta Sierra.

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Trabajadores buscando sombra / Vicent Marí

«Seguimos luchando y trabajando con el calor», afirma con voz cansada Gandalf Ruiz, trabajador de Iscasa, empresa de reparto de hielo, que está a punto de cargar material y refleja en su rostro el cansancio. «Estamos acostumbrados cada año a tener que trabajar con estas temperaturas», añade con resignación.

Para mitigar el calor procura beber mucha agua y evitar las horas en las que el sol pega más fuerte, aunque señala que «el trabajo es el que manda».

Marcelo Vega se encuentra repartiendo para Be Drinks por la playa de ses Figueretes y chorrea sudor . «Es un poco difícil trabajar así porque con el calor te agobias muchísimo», señala, ya que su trabajo exige un esfuerzo físico. Aun así, la furgoneta de reparto tiene aire acondicionado y mientras conduce puede refrescarse, aunque tenga que controlar la temperatura para que no le afecte en exceso el cambio entre el interior y el exterior.

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Los socorristas alternan paseos por la playa y la estancia en la torre / Maria Molina

La jornada laboral se hace pesada estos días también para quienes trabajan en las playas. «Son ocho horas bajo el sol y se notan bastante», admite Amelia Dourado, supervisora de socorristas en la playa de ses Figueretes. La empresa les brinda protección solar, gafas y gorros. «Las torres no cubren tanto como parece», indica Dourado, así que para que las ocho horas no se hagan tan pesadas, los compañeros se van turnando para pasear o estar en la torre cada hora.

El agua y la sombra son los mejores amigos para los trabajadores al aire libre. Carolina se dedica a la limpieza de las calles y esos dos elementos son sus aliados para poder sobrellevar la jornada.«Si hace mucho calor, me paro un poco y a seguir», admite y en su voz se refleja el cansancio de la jornada.

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«Trabajar con este calor agobia muchísimo» / Vicent Marí

Aunque lo normal es que la jornada laboral sea de ocho horas hay trabajadores que no llegan a su hogar hasta casi 12 horas más tarde. «Empiezo a las ocho de la mañana y entre que salgo a repartir, la pausa de 15 minutos para comer y volver a la faena, no piso mi casa hasta las siete y media de la tarde», lamenta Rubén Gisbert, repartidor de Sant Rafel Transcontinental. «Con mucho calor, trabajo y estrés» es como pasa estas horas y la única solución que encuentra es la combinación de dos elementos: «Hidratarse lo máximo y aguantar».

Roger Rodríguez es repartidor de Discoticket y lleva trabajando desde las nueve de la mañana. «En las horas de más calor solo queda el aire acondicionado» de la camioneta, lamenta, pero no siempre es la mejor solución, puesto que los cambios de temperatura pueden variar hasta diez grados dentro y fuera del vehículo.

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