«Queremos que el Teatro Pereyra vuelva a ser ‘el magnífico salón de saraos’ de Ibiza»

Pedro Matutes, director general de Sirenis Hotels & Resorts y copropietario de este emblemático edificio, asegura que las obras de reforma estarán listas «en el tercer o el cuarto trimestre de 2023»

Maite Alvite

Maite Alvite

A falta de algunos detalles, las obras de reforma en el exterior del Teatro Pereyra están prácticamente terminadas. Salta a la vista y lo confirma Pedro Matutes, director general de Sirenis Hotels & Resorts y copropietario con Palladium del histórico edificio, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC). Se han restaurado los elementos de la balaustrada de la fachada principal, que da a la calle del Comte de Rosselló, se ha colocado la carpintería de madera y se ha pintado todo el inmueble por fuera. Llama la atención el color, de «un rosa» menos apagado que el que hace poco tenía. «Hicimos un estudio de los pigmentos que históricamente se habían utilizado en la fachada del teatro y descubrimos que este rosa un poco más subido de lo que estamos acostumbrados era el original, así que es al que hemos recurrido empleando una pintura especial, mineral», explica. La voluntad de los propietarios, insiste en varias ocasiones, es que el aspecto del Pereyra sea lo más parecido al que tenía cuando abrió su puertas por primera vez, allá por abril de 1899, aunque entonces el inmueble, que se concibió como «un teatro circo», era más pequeño.

Matutes dirige la mirada hacia la antiestética maraña de cables que todavía cuelga en los laterales del edificio y asegura que «todo ese cableado se va a retirar».

Imagen del cableado que cuelga de una de las fachadas laterales del edificio.

Imagen del cableado que cuelga de una de las fachadas laterales del edificio. / JA RIERA

La remodelación, que lleva a cabo Ferrovial Agroman, está prácticamente finiquitada en el exterior, pero en el interior todavía hay mucho trabajo por llevar a cabo. «Lo que queda por hacer es decoración y algunas instalaciones, como la luz, el sonido y la escenografía», asegura el director de Sirenis Hotels. Según sus cálculos, salvo imprevistos de última hora, las obras estarán acabadas «en el tercer o el cuarto trimestre» de este año, aunque prefiere no aventurar una fecha para la inauguración. Tampoco quiere concretar cifras cuando se le pregunta cuánto está costando la remodelación. «Nos estamos gastando muchos millones de euros. La reforma está saliendo mucho más cara que construir el edificio de nuevo», se limita a decir, tras subrayar que la inversión es 100% privada y que no se ha pedido ayuda institucional.

"La reforma está saliendo mucho más cara que levantar el edificio de nuevo"

Pedro Matutes, que se ha empapado a fondo de la historia del emblemático teatro, recuerda entonces que el Pereyra («y no ‘Pereira’, como luce en la fachada fruto de un error») nació a finales del siglo XIX gracias a la iniciativa privada. «Sus fundadores fueron el comerciante Josep Tarrés Espinal, el empresario Abel Matutes Torres, mi bisabuelo, y el comandante Pereyra. Fueron ellos los que crearon la Sociedad Sandoval y Compañía, empleando el apellido de María Sandoval, la mujer de este militar», detalla, antes de mencionar que al proyecto de construcción del teatro se unieron varias decenas de socios más, «cerca de 90», aportando «dinero, material, trabajo e influencias».

«Hasta la Guerra Civil, el Teatro Pereyra era el epicentro cultural de Ibiza. En la prensa lo llamaban ‘el magnífico salón de saraos’ y nosotros queremos recuperar ese espíritu», remarca Matutes mientras se adentra en el edificio para mostrar a Diario de Ibiza cómo marchan las obras de reforma, que al ser ahora en interior, podrán continuar en verano.

VÍDEO: Así se está reformando el emblemático Teatro Pereyra

El café concierto

La primera estancia, explica, la que ocupaba hasta 2018 el local musical regentado por el pianista Eric-Jan Harmsen, tendrá el mismo uso, café concierto. «Colocaremos aquí una barra y al fondo a la derecha un escenario para la música en vivo, donde en los planos originales había una cocina», señala después de remarcar que se ha insonorizado todo muy bien. Se han eliminado los baños y se ha recuperado la escalera que sube a la planta superior, que también será bar, aunque «tendrá otro carácter diferente». «Será una sala muy cubana y se llamará Sandoval y Compañía», explica poco después al visitar este espacio. «Tendrá también una barra y unos baños que serán los más luminosos de Ibiza», bromea mostrando la ubicación de los aseos, que contarán con la luz natural que entra por los balcones que hay en los laterales de la fachada principal. La emblemática terraza superior del Pereyra también formará parte del conjunto, que en su día fue sede de Cultura del Consell y que ahora no sólo funcionará como bar sino que tendrá muchos otros usos, como, por ejemplo, sala de reuniones.

«Queremos que el Teatro Pereyra vuelva a ser ‘el magnífico salón de saraos’»

Pedro Matutes muestra el acceso a la sala principal del teatro. / J.A. Riera

Antes de subir a la primera planta, Matutes muestra la zona del teatro, en la que varios operarios trabajan a destajo. «Hace sólo un par de semanas que se puede pisar este suelo», comenta señalando la platea, que cuenta con un sistema que la convierte en basculante, lo que significa que «puede estar en plano o inclinarse para tener una mejor vista del escenario».

Entre la platea y el escenario original del teatro hay tres plataformas que cuentan con el sistema Spiralift, que posibilita elevarlas y también ocultar butacas. «Esto nos permite tener más platea, hacer el escenario más grande o, por ejemplo, crear tres niveles, lo que otorga al espacio de una gran polivalencia porque puede funcionar, por ejemplo, en modo cine, conferencia o teatro musical», detalla antes de comentar que bajo sus pies se encuentran, protegidos, «los restos romanos de lo que se presupone era un edificio portuario levantado entre el siglo I y el IV d.C.».

La bombonera

Los propietarios del teatro han intentado que se conserven la mayor parte posible de elementos originales. Por ejemplo, las columnas de madera se han restaurado con los colores que tenían y algunas de ellas están ya instaladas donde les corresponde. A los lados de la platea, pendientes de su colocación, yacen algunos de los cierres de los palcos de la platea y del primer piso, que han recuperado su color crema original con toques dorados. Ya se puede ver, además, algún prototipo de separación entre palcos. También se están probando acabados para las paredes del interior del teatro. En algunas todavía se aprecia la pintura roja original, la idea ahora es recubrirlas con terciopelo del mismo color. «En la boca del escenario se colocarán unas molduras doradas que reproducirán las originales y en la parte trasera una gran pantalla led que permite crear escenografías», apunta Matutes subrayando lo difícil que es «adaptar la tecnología del siglo XXI a un teatro del siglo XIX». Detrás del escenario, en las plantas superiores, «están ubicados los camerinos, incluido uno vip para las estrellas».

"Mi obsesión es que cuando entre aquí alguien de 80 años sienta que está en el Pereyra de siempre"

Matutes apunta al techo, donde está previsto colocar dos grandes lámparas de cristal que antes no existían. Sobre el escenario luce un reloj, «es el original, que se ha restaurado». Entre los elementos que se han podido recuperar también hay un piano, el que se utilizaba cuando en el Pereyra se proyectaban películas mudas.

En la planta superior de la gran sala, en el gallinero, habrá una cabina de control y en el techo un proyector digital porque el Pereyra será de nuevo cine. Como decoración está previsto colocar en esa zona dos proyectores de 1952 que Matutes todavía conserva.

La idea de esta reforma, dice para concluir, es que, con el tono rojo como predominante, la parte del teatro conserve ese aspecto de bombonera de antaño. Su «obsesión», asegura, «es que cuando entre aquí alguien de 80 años sienta que está en el Pereyra de siempre».

Quince años para hacer realidad la reforma

No ha sido nada fácil sacar adelante la reforma del Teatro Pereyra, como reconoce uno de los copropietarios, Pedro Matutes, que ahora dice respirar más tranquilo porque ya ve «la luz al final del túnel». «Han pasado quince años desde que hicimos la primera solicitud de licencia de obras y de actividad para este proyecto, que requiere del visto bueno de la comisión del Pepri de Dalt Vila y de Patrimonio del Consell», recuerda enumerando las tres ocasiones en las que tuvieron que paralizar la remodelación debido al hallazgo de restos arqueológicos: «La primera vez fue al hacer el transformador en la plaza del Parque, cuando apareció un enterramiento bizantino; la segunda al poner la grúa en el centro de lo que es la platea, cuando se descubrieron restos romanos; y luego al excavar debajo del escenario». «El descubrimiento de estos yacimientos ha supuesto como tres o cuatro años de parón, a lo que hay que sumar que en verano no se podía trabajar y que tardamos tres años en obtener la última licencia de obras, lo que significa que el tiempo efectivo de trabajo ha sido mucho menos», explica para justificar el retraso de una reforma que arrancó a comienzos de 2012. El director general de Sirenis Hotels & Resorts está convencido de que se cumplirán las últimas previsiones, es decir, que el histórico edificio de Vila reabrirá sus puertas este mismo año y que en abril de 2024 el Teatro Pereyra podrá celebrar por todo lo alto su 125 aniversario.

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