El Govern cree «urgente» la limpieza de ses Feixes de Talamanca de Ibiza

Medio Ambiente presenta la ‘Estrategia de Zonas Húmedas’ de Balears con cien medidas de conservación, como regular el fondeo de s’Estany des Peix de Formentera

Vista de la recién creada zona de observación de aves en ses Feixes. | VICENT MARÍ

Vista de la recién creada zona de observación de aves en ses Feixes. | VICENT MARÍ / efe/Agencias. palma

Efe/Agencias

La Conselleria de Medio Ambiente y WWF han creado la ‘Estrategia de Zonas Húmedas de Balears’ hasta 2030, que contempla seis estrategias y cien medidas de conservación y restauración de los 359 humedales existentes en las islas de más de 0,1 hectáreas de superficie. Se trata del primer documento de planificación que se redacta en el archipiélago en relación a la conservación y restauración de zonas húmedas.

Entre las cien medidas figura un listado de las 35 zonas húmedas con necesidad de protección legal, otra con aquellas susceptibles de incluir en el convenio internacional Ramsar y un anexo con otras a restaurar.

Hay medidas para resolver problemas urgentes como retirar especies de peces invasores, otras concretas como la limpieza de las Feixes de Talamanca, en Ibiza, regular las barcas fondeadas en el Estany des Peix, o mejorar la gestión del agua del Estany Pudent por medio de una compuerta, ambas en Formentera.

El conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, destacó en la rueda de prensa de presentación de la estrategia, que coincide con el Día Internacional de los Humedales, que aunque las más conocidas sean las zonas húmedas naturales de mayor tamaño, el 63,5 % de las de Balears son de tipo artificial y tienen una importancia crucial por sus servicios ecosistémicos y porque conforman «corredores de biodiversidad».

Entre las 100 medidas propuestas figuran cuestiones como dotar de alguna figura legal de protección al menos 35 zonas húmedas de Balears, explicó Mir, que recordó que las grandes zonas húmedas de las islas están todas protegidas. La última de ellas fue el Salobrar de Campos en 2017.

El documento plantea seis líneas estratégicas con el objetivo de «evitar, frenar e invertir la pérdida y degradación de los humedales de Balears y garantizar el mantenimiento de sus servicios ecosistémicos», detalló Mir.

En cuanto a las cien acciones, van destinadas a mejorar la calidad del agua de los humedales, disminuir la mortalidad de la fauna asociada a ellos, eliminar y disminuir la presencia de especies invasoras y completar la delimitación de dominio público marítimo-terrestre en los asociados a zonas costeras, entre otras.

Mir destacó la importancia de las zonas húmedas por su capacidad de generar servicios ecosistémicos, como sumideros de dióxido de carbono con capacidad de retención del carbono; por ser los refugios de vida más importantes de Baleares con efecto acumulativo, como filtro verde que garantizar una mejor infiltración del agua en los acuíferos y como mitigador de daños del cambio climático en fenómenos catastróficos como los temporales.

"No basta con proteger, hay que restaurar"

«Estamos en el milenio de la restauración, ya no basta con proteger y conservar y uno de los objetivos es restaurar la zonas que han sido maltratas por actividades antrópicas en las últimas décadas», subrayó el conseller sobre los daños causados en estos hábitats sensibles.

El director de conservación de WWF, Enrique Segovia, advirtió de que Balears ha perdido un 30% de los humedales naturales que tenía en el siglo XVIII y de que, entre los que quedan, «el 50% no está en buena situación».

El informe bianual ‘Planeta vivo’, una radiografía ambiental de la situación de la naturaleza que publica WWF con datos desde 1970 a 2018, señala que en estos 50 años la tendencia media de los vertebrados es de una reducción del 69 % pero, en el caso de los humedales, la disminución alcanza un 92%.

La responsable de WWF en Balears, Carlota Viana, explicó que, además de conservar y restaurar, la estrategia también contempla asegurar un uso sostenible de las zonas húmedas para favorecer su recuperación.

Las seis líneas estratégicas son mejorar el conocimiento y patrimonio de las zonas húmedas (con inventarios sobre las zonas húmedas e investigación); protección legal de espacios y especies; conservación y restauración de zonas húmedas; fortalecer la cooperación institucional; educación ambiental, comunicación y participación; y financiación «para que salga adelante».

Entre las cien medidas figura un listado de las 35 zonas húmedas con necesidad de protección legal, otra con aquellas susceptibles de incluir en el convenio internacional Ramsar y un anexo con otras a restaurar.

Viana puso otros ejemplos como delimitar con cierres perimetrales zonas húmedas sensibles al tránsito de vehículos y personas, colocar vallas para evitar aparcamientos en desembocaduras de torrentes, la erradicación de flora exótica, evitar la presencia de patos domésticos alimentados por visitantes que generan mucha suciedad, y soterrar tendidos eléctricos.