Un joven de Ibiza, atrapado en Londres por la nevada

El vuelo que debían tomar Jesús Tejero, de Sant Antoni, y su amiga Rocío, no despegó el domingo por las copiosas nevadas

Pablo Sanz Padilla

Pablo Sanz Padilla

Jesús Tejero, de Sant Antoni, y su amiga Rocío tendrían que haber salido de Londres en avión a las ocho de la tarde del domingo. 45 horas después seguían en tierra, rehenes de la gran nevada en Reino Unido que ha obligado a detener el tráfico aéreo.

Este joven portmanyí y su acompañante vieron frustrada la vuelta de sus vacaciones en Londres cuando les hicieron desembarcar del interior del avión en el que aguardaban para despegar hacia Madrid, escala del viaje a Ibiza que Jesús esperaba concluir el lunes. Según cuenta Tejero, salían por donde habían entrado tres horas después y a pesar de las comunicaciones tranquilizadoras de la aerolínea a los pasajeros, las cuales alegaban la retirada del hielo de la pista ante la dilatada espera.

Espera corta en comparación con las diez horas posteriores de tedio en la cola de información de Ryanair, la compañía con la que viajaban, para conocer las alternativas de que disponían. Allí permanecieron junto con los pasajeros de doce vuelos cancelados entre las 23.30 y las 9 horas del día siguiente, turnándose para ir al baño y descansar de la forma en que se puede en un aeropuerto.

Como única asistencia para los presentes que aguardaban en la cola, recibían un papel con información relativa a los cambios de vuelo on-line, lamenta Tejero. Los pasajeros, desconocedores aún del resto de opciones, empezaron a comprar vuelos y "se encarecieron un montón", destaca. Ya a la mañana siguiente, les tocó por fin el turno y pudieron elegir entre las alternativas con las que contaban, todas poco satisfactorias, sin embargo.

Vuelo redirigido a Málaga

Tanto fue así que finalmente optaron por cancelar con reembolso el vuelo a Madrid y tomar este martes un avión a Granada, donde preveían alojarse temporalmente en casa de un amigo antes de desplazarse a Málaga para, ya sí, llegar a la isla. La otra perspectiva, sostiene, era tener que esperar hasta el viernes para tomar un vuelo hacia Madrid, con conexión directa con Ibiza. También existía la posibilidad de apuntarse en la lista de espera para un vuelo del mismo día, manteniendo la fe en que se produjeran las suficientes cancelaciones, detalla.

Al menos, el fastidio de lidiar con la situación se les ha hecho más llevadero con el apoyo de otros tres jóvenes que también han decidido cambiar sus billetes por otros con dirección a Granada, en esta ocasión desde el aeropuerto de Gatwick.

Con las maletas a cuestas, abandonaron el aeropuerto de vuelta a Londres a las 10 de la mañana de este lunes. Desde entonces, guardan la factura del hotel y todos los recibos de comida, con la esperanza de que la compañía los abone y no tener que añadir un coste extra a las molestias sobrellevadas.

Este martes ya han regresado a España, pero no sin nuevo imprevisto. Tras salir su avión de Londres después de más de 24 horas sin dormir, diez de cola, tres dentro del avión y 45 después de un despegue abortado, el vuelo Gatwick-Granada en el que viajaba ha sido redirigido a Málaga a causa de los fuertes vientos. Las vacaciones del puente de diciembre se le han complicado a este vecino de Sant Antoni y a su amiga, que preveían estar en Ibiza mucho antes.

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