El Consell de Ibiza se resiste a aportar en 2023 más fondos para compensar la capitalidad de Vila a financiar el nuevo miniestadio de fútbol de Ca n’Escandell. Así lo advirtió ayer el vicepresidente primero de la institución, Mariano Juan, en la reunión del Consell de Capitalidad, integrado también por el Ayuntamiento y el Govern balear, después de que se aprobara por unanimidad que la partida anual de este año de la primera institución ibicenca (1,5 millones) se destinará casi íntegramente (1,4 millones) a pagar esta nueva infraestructura deportiva. El resto, 100.000 euros, se emplearán en la creación de la oficina técnica que gestione el proyecto de reforma del primer cinturón.
El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, pidió que de cara a 2023, los 1,5 millones del Consell se destinaran de nuevo al miniestadio, pero Juan, que participó en la reunión junto a la consellera de Cooperación Municipal, María Fajarnés, mostró su disconformidad. «Sin haberlo hablado mucho, han comentado que son más partidarios de invertir el dinero en el primer cinturón porque justifica más la capitalidad que el miniestadio», explicó Ruiz. Anteriormente, el Govern ya aportó 2,5 millones también de fondos de capitalidad a este proyecto.
Por su parte, Mariano Juan indicó que el Consell ve «mucho mejor» destinar su parte de la capitalidad al primer cinturón, que es competencia además de la institución, que no al miniestadio de fútbol. «Tenemos que evaluarlo», dice Juan, quien, acto seguido, puntualiza que «el Consell de Capitalidad no sirve para financiar lo que nos parezca o venga en gana, sino para obtener inversiones que compensen los costes que supone para Vila su condición de capital».
Instalaciones deportivas «cubiertas»
El vicepresidente del Consell recuerda que «los sobrecostes» que supone la capitalidad de Vila están resumidos en una memoria que no sólo cuantifica las inversiones necesarias (se ha fijado en cinco millones anuales, que pagan el Govern, con 3,5 millones, y el Consell, 1,5 millones) sino que también especifica a qué se deben destinar. «La memoria dice que en Vila hay una carencia de instalaciones deportivas cubiertas, no descubiertas ni un campo de fútbol», señala Juan, que agrega que el Consell defiende que «se financien aquellas cuestiones que entren claramente dentro de la capitalidad». «Y es evidente que sí lo son las obras viarias porque la movilidad de Vila está más saturada por la movilidad que generan los juzgados o el hospital», justifica.
La necesidad de financiar el miniestadio a través de la capitalidad genera «dudas» en el Consell. «Ya lo planteé el año pasado, pero, pese a ello, aceptamos destinar en 2022 1,4 millones al campo de fútbol. Pero si en 2023 los 3,5 millones del Govern van al primer cinturón, entendemos que el mismo destino deben tener los 1,5 millones del Consell. Está todo abierto y no tengo ninguna duda de que llegaremos a un acuerdo», apunta.
El Ayuntamiento está ultimando el proyecto del miniestadio, con un coste estimado de «entre seis y ocho millones», según Ruiz. Se prevé que el año que viene empiecen las obras de esta infraestructura, con la que Vila pretende solventar el conflicto entre la UD Ibiza y el CD Ibiza sobre el uso de Can Misses. Hay que tener en cuenta que, a propuesta del Ayuntamiento, el Parlament aprobó por la vía rápida la tramitación urbanística del terreno para ejecutar esta obra, además del nuevo instituto de educación secundaria y la ampliación de la escoleta de Can Cantó.
La aportación del Govern a primer cinturón
La consellera balear de Presidencia, Mercedes Garrido, se comprometió ayer a que la mayor parte de la partida anual que aporta la Comunitat Autònoma al fondo de capitalidad (3,5 millones) se destine a la reforma del primer cinturón de ronda. En la anterior reunión del Consell de Capitalidad ya se acordó declarar esta obra de interés estratégico para Balears. Garrido destacó que se trata de «un proyecto transformador para la ciudad».
El alcalde espera que a finales del año que viene ya esté redactado el proyecto de reforma de todo el primer cinturón de ronda, desde la rotonda de Can Sifre hasta el paso elevado de Jesús, aunque las obras se ejecutarán por fases. El Consell tiene que ceder además la competencia de esta vía a Vila. Ruiz confía, así, que en 2024 se puedan licitar e iniciar las obras del primer tramo, entre las rotondas de ses Figueretes y Can Misses, en el cual se prevé un aparcamiento subterráneo con capacidad para 1.500 vehículos.
Ruiz reconoció que los técnicos ven difícil que un aparcamiento de esta dimensión pueda encajar sólo en el primer tramo, por lo que no descarta que deba tener continuidad en el siguiente, hacia Joan XXIII. También recordó que el proyecto básico del Consell que afecta sólo el tramo entre ses Figueretes y Can Misses, y sin aparcamiento, estaba presupuestado en nueve millones de euros. Por ello, Ruiz cree que el coste del nuevo proyecto del mismo tramo podría ascender a 20 millones de euros.
Para 2023, aparte del primer cinturón de ronda, una pequeña parte de los 3,5 millones del Govern se destinarán al Patronato de Música (60.000 euros), Museo Puget (30.000 euros), Casal de Igualdad (100.000 euros) y el Museo de Arte Contemporáneo (60.000).
Por su parte, el alcalde indicó que la reforma del Mercat Vell y sa Peixateria, con un presupuesto que ronda los tres millones de euros, está a punto de adjudicarse y las obras se iniciarán «en breve».
