Vuelta al cole - Inicio del curso escolar

Vuelta al cole en Ibiza: «No se puede dar clase cuando en las aulas se superan los 32 grados»

Educación envía a los centros un protocolo frente a temperaturas excepcionales

«No se puede dar clase cuando en las aulas se superan los 32 grados»

«No se puede dar clase cuando en las aulas se superan los 32 grados» / ZOWY VOETEN

Marta Torres Molina

Marta Torres Molina

«Lo de las temperaturas en las aulas es algo de lo que vamos a tener que empezar a hablar», comenta Pere Lomas, portavoz del Sindicat de Treballadors de l’Ensenyament de les Illes (STEI), que señala que en algunas clases se superan los 30 grados. «Es algo que estamos viendo y que los expertos dicen que aumentará», insiste el delegado sindical, que considera que hay que establecer un «control climático» en las aulas. Lomas recuerda que sólo los centros más nuevos cuentan con climatización y califica de «perverso» que alumnos y docentes tengan que asistir a clase con semejantes «calorinas».

«No se puede dar clase cuando se superan los 32 grados en el aula», añade Lomas, que destaca que esto pasa, especialmente, en aquellas aulas a las que les da el sol toda la mañana. «A final del curso pasado teníamos quejas y consultas sobre si la normativa permitía dar clase con 35 grados», recuerda.

El problema, reconocen todos, es quién asume el coste de las medidas para garantizar una temperatura adecuada en las aulas. «Los ayuntamientos dirán que esto sobrepasa sus competencias. Si supiéramos que no tienen dinero, pero sabemos que tienen remanentes importantes que podrían destinar a esto», señala Lomas.

«Con calor, ni se trabaja bien ni se puede pensar», coincide Pepi Costa, presidenta de la Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos (FAPA) en las Pitiusas, quien matiza: «Hay que pensar que las nuevas directrices de la Unión Europea prohíben la instalación de aires acondicionados en los centros». Así, considera que hay que buscar alternativas «sostenibles» para evitar las temperaturas extremas en clase. Apunta, por ejemplo, a la instalación de ventiladores. «Fórmulas que no supongan dar pasos hacia atrás para el medio ambiente», añade la portavoz de las familias, que considera que dar solución a este problema sería un buen uso para los remanentes de los ayuntamientos.

«Hay que buscar una solución porque la previsión es que esto vaya a peor», opina también Joan Amorós, portavoz de la Associació Professional Docent d’Ibiza (APDE), que señala que temperaturas tan elevadas como las actuales ya no se dan sólo en junio y septiembre sino también en mayo y octubre. «Se alcanzan 32 y 33 grados en las aulas y es imposible dar clase, sólo tienes que ver la cara de los niños», indica Amorós.

La conselleria balear de Educación presentó ayer, precisamente, un protocolo de actuación frente a altas temperaturas excepcionales, un documento que se supone que ya han recibido todos los centros educativos de las islas. Educación reconoce que el calor excesivo «puede dificultar el desarrollo normal de la actividad educativa».

Este protocolo se puede activar entre el 1 de junio y el 31 de julio así como del 1 al 30 de septiembre, aunque también será posible hacerlo «en otros momentos si las condiciones meteorológicas así lo determinan», apunta la conselleria.

El documento establece una serie de medidas, que Educación no detalla, en función de las alertas meteorológicas: «Para la alerta amarilla se establecen medidas generales mientras que a partir del nivel naranja las medidas organizativas se amplían, son más específicas y se tienen en cuenta actividades lectivas, complementarias y extraescolares así como los servicios complementarios como la escola matinera, el comedor y el transporte escolar».

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