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Un camión extrajo parte del vertido localizado en el torrente tras las últimas lluvias. | J.A.RIERA

El Ayuntamiento de Ibiza abre expediente a Abaqua por los vertidos en el torrente de sa Llavanera

El equipo de gobierno advierte de que actuará contra la empresa responsable de la vetusta depuradora cada vez que se produzca un derrame de aguas fecales

El Ayuntamiento de Ibizaha abierto expediente contra la empresa públicaAbaqua, responsable de la gestión de la vetusta depuradora, por los dos últimos vertidos de aguas fecales en el torrente de sa Llavanera, que desemboca en el puerto, en parte en el espejo de aguas del puerto deportivo Marina Ibiza.

Con la apertura de este expediente, el Consistorio requiere a Abaqua un «informe pormenorizado» de las causas que provocaron los dos últimos derrames de aguas fecales, el último cuando ni siquiera había llovido (la empresa adujo que un trozo de madera había bloqueado uno de los accesos a la planta).

Una vez que los técnicos del departamento municipal de Medio Ambiente reciban este informe detallado de Abaqua, que depende de la conselleria balear de Medio Ambiente, «valorarán qué acciones se llevan a cabo», y puede acabar en propuesta de sanción.

Desde Vila advirtieron de que procederán de la misma manera a partir de ahora; abriendo expedientes cada vez que se detecte un vertido de fecales en este torrente que atraviesa varios edificios residenciales y discurre junto a una zona industrial y, en su tramo final, junto a un hotel de cinco estrellas.

El informe del vertido de sangre del matadero

Además, el Consistorio sigue a la espera de recibir el informe que exigió a la mancomunidad que gestiona el matadero insular, situado en la zona de sa Blanca Dona, tras haberse producido en el mes de marzo pasado un nuevo vertido de residuos animales a la red del alcantarillado municipal, incumpliendo así las ordenanzas municipales y la normativa balear.

El 14 de marzo de este año, el Consistorio tuvo conocimiento de que estaban brotando sangre y restos orgánicos de las alcantarillas de la calle.

Empleados de la empresa concesionaria del servicio público de agua, Aqualia, se desplazaron entonces hasta el lugar afectado y comprobaron que no había ninguna incidencia en la red.

El reguero de sangre brotaba de un imbornal de la zona de sa Blanca y Dona y desembocaba en el torrente, lo que provocó las quejas de los ciudadanos, también por el mal olor que desprendía el material derramado desde el matadero.

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