El torrente de sa Llavanera vuelve a estar repleto de aguas fecales procedentes de la vieja depuradora de Ibiza. Pero en esta ocasión, como advierten varios vecinos, el vertido de ayer no se produjo como consecuencia de un episodio de lluvias.
El derrame de aguas fecales tuvo lugar alrededor de las once de la mañana en el canal que discurre desde la zona industrial y entre los edificios Brisol y Los Girasoles. El olor, intenso, era perceptible en todo el barrio. Un camión especial de la empresa Brillant estuvo retirando parte del caudal fecal, informaron desde la conselleria balear de Medio Ambiente.
El problema, según la misma fuente, fue que se atascó «el tamiz de pretratamiento porque ha llegado una cuña de madera con el agua» a la planta de tratamiento. El vertido «no ha durado más de quince minutos», agregaron.
«Ya llevamos muchos años así y es una vergüenza. No tengo otra manera de calificar lo que sucede». Una vecina, que prefiere que no se publique su nombre, recordó ayer que hace años estos vertidos se producían en el canal situado entre el Brisol, ses Feixes y uno de los bloques de los Fiesta.
Pero «desde hace aproximadamente dos años», la depuradora evacúa el agua fecal desde el canal situado más cerca de la carretera de Sant Joan.
Las inversiones de Abaqua
Hace apenas una semana, el último consejo de administración de Abaqua, empresa pública responsable de las plantas en todas las islas, anunció una inversión extraordinaria de 1,6 millones de euros para sustituir la maquinaria de la actual depuradora de Vila. Esta cantidad se añade a la inversión de 1,2 millones que ya se anunció la semana pasada y que está en proceso de licitación.
Según explicó entonces el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, a Diario de Ibiza, las mejoras que se quieren realizar en la depuradora de Vila mantendrán su utilidad incluso cuando entre en funcionamiento la nueva depuradora, ubicada en sa Coma: «Estas inversiones servirán para el nuevo sistema de saneamiento».
Mir reconoció que la única solución definitiva a los problemas de saneamiento pasa exclusivamente por la «finalización, por parte del Ministerio, de las obras de la nueva depuradora» que se ubicará en sa Coma, pero con estas actuaciones se pretende paliar la deficiente situación de la actual.
De hecho, la semana pasada el mismo conseller reconoció que la depuradora de Vila es la segunda más contaminante de las 79 que gestiona Abaqua, y que el 51,54% del caudal tratado en la estación depuradora de Vila llega al mar superando los niveles de contaminación permitidos por la normativa europea.
