La segunda jornada de Ibicine continuó este domingo con la sección oficial de cortometrajes, en la que proyectó los títulos ‘Nacer’, ‘Vuela’, ‘Compra mortal’, ‘Roberto’, ‘Súper’, ‘Elsa’, ‘Caligrafía’ y ‘Una historia azul’. El broche final lo puso con el largometraje ‘Hombre muerto no sabe vivir’ del popular actor Antonio Dechent, en el Teatro España de Santa Eulària.

El cortometraje ‘Roberto’ suscitaba una reflexión sobre el cuerpo y los estereotipos. | CINTIA SARRIA

El actor sevillano pasó por la alfombra roja del festival ibicenco con este largometraje que narra las andanzas de Tano (Antonio Dechent, El aviso), que ha trabajado toda su vida para Manuel, un empresario de la construcción que en épocas pasadas tenía el control de toda la ciudad. Ahora, siendo un tipo de avanzada edad, Tano ve como Manuel (Manuel de Blas, Sordo) ya no es capaz de hacerse cargo de la empresa y toda la compañía se enfrenta a un cambio generacional, a nueva gente, nuevos negocios, nueva forma de llevar los negocios, pero la misma violencia de siempre.

En la sección de cortos, la directora Mónica Lilac y el productor Sergio Stendhal presentaron ‘Una historia azul’, un drama romántico que habla de inseguridades, de un chico y una chica que cuando se encuentran por primera vez no pueden evitar quedar fascinados. Él, porque ella es del color favorito de todo el mundo. Ella, porque él parece ser justamente del color más diferente a ella posible. Por su parte el director Mahay Alayón presentó ‘Compra mortal’, un corto que se pregunta que hacer si hacer «lo correcto» no fuera siempre suficiente. Su protagonista Jonás buscará su felicidad a cualquier precio.

Además de Antonio Dechent, uno de los rostros más reconocibles de nuestro cine, con cien películas a sus espaldas además de series en televisión y obras de teatro; desfilaron varios rostros conocidos por la alfombra roja de este domingo como Ezekiel Montes, Elena Martínez, Mahay Alayón, Mónica Lilac, Elena Baéz o Ferran Bex Castell. La Mención especial al Mejor corto de Animación se entregó a ‘Roberto’, de Carmen Córdoba González, un tierno cortometraje de animación con un mensaje con el que pretende suscitar una reflexión sobre el cuerpo y los estereotipos.