Las obras de conversión del Castillo de Dalt Vila en Parador de Turismo avanzan en la zona situada extramuros, entre los baluartes de Sant Bernat y Sant Jordi, junto a es Soto, con la construcción del aparcamiento soterrado y el túnel que debe comunicar esta estructura con el interior del futuro establecimiento hotelero de Ibiza.
Esta fase de la obra, la más delicada al afectar al lienzo de la muralla, incluida en la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, requiere del uso de maquinaria especializada debido a la composición del terreno, piedra viva a los pies de la estructura defensiva renacentista del siglo XVI.
Una máquina con un brazo articulado que según los especialistas consultados es la primera vez que trabaja en Ibiza, está inyectando micropilotes en el terreno a medida que perfora para crear y reforzar la bóveda que alojará al túnel. Ya ha perforado varias decenas de metros y se ha encontrado con una pared de piedra, según ha podido confirmar este diario, que es la que probablemente sirvió en su momento de base para levantar el lienzo de la fortificación.
Desde Turespaña, responsable del proyecto, no informan sobre el desarrollo de las obras. El Consell, por su parte, se limitó ayer a comentar que los trabajos «se hacen siguiendo un proyecto que cuenta con numerosos informes de ingeniería, arquitectura y de técnicos en Patrimonio».
También apunta la institución insular que está «pendiente de que se cumplan todas las prescripciones necesarias para la conservación del Patrimonio».
Según consta en el proyecto definitivo, se contempla la creación de un túnel en horizontal hasta la altura de la plaza de armas del Castillo, desde donde se está abriendo otro túnel vertical que acogerá un ascensor por el que los clientes que utilicen el aparcamiento soterrado puedan acceder al establecimiento hotelero propiedad del Estado.
Las obras en Dalt Vila se reiniciaron en febrero de 2021 después de paralizarse en octubre de 2020, cuando la dirección facultativa consideró necesario modificar el contrato para dar solución a las excavaciones arqueológicas a acometer en el futuro parking, que por precaución en caso de la aparición de hallazgos, debían realizarse de forma manual en lugar de mediante maquinaria pesada, como estaba inicialmente previsto.
El final de obra, a finales de este año "si no hay ninguna incidencia"
En una visita a las obras en julio de 2021, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, aseguró que la voluntad del Gobierno es terminar el Parador de Turismo, «si no hay ninguna incidencia, a finales de 2022».
Según el Ministerio, el Parador tendrá 72 habitaciones distribuidas en el conjunto de edificaciones que conforman el recinto del Castillo y la Almudaina. Además, integrarán el conjunto un centro de interpretación, un spa, una piscina exterior con un solárium, al menos una sala multifuncional y el parking subterráneo de 40 plazas.
El Parador «contribuirá a mejorar la rentabilidad social y económica del turismo en Balears y a generar una actividad turística más diversificada, ya que, gracias a los restos arqueológicos que serán preservados, se generará un nuevo modelo de turismo cultural».
