Un total de 1.075 alumnos de seis centros escolares del municipio de Sant Josep asistirán a las 36 representaciones que el Guerrero de la Limpieza realizará hasta el próximo 29 de noviembre con su fiel compañero Chicletín, en las que les enseñarán a reciclar correctamente los residuos que generan en sus hogares y a mantener la limpieza del municipio, según indica una nota de prensa del Ayuntamiento de Sant Josep. Este año, como novedad, explicará la incorporación del quinto contenedor marrón destinado a la materia orgánica.

Hasta la fecha, el popular personaje ha visitado los colegios Es Vedrá, Can Raspalls, Can Guerxo, Urgell y Ses Planes, y culminará la campaña de concienciación medioambiental el próximo 29 de noviembre en el Colegio Francés. La campaña ha sido posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia y HERBUSA, una iniciativa que tiene como objetivo unir el aprendizaje y la diversión para que los más pequeños lideren en sus hogares los pasos para ser respetuosos con el medio ambiente. La concejala de Medio Ambiente del municipio, Mónica Fernández, quien asistió a la representación del pasado 18 de noviembre en Ses Planes, ha destacado los buenos datos que acumula el municipio en la implantación de la recogida doméstica de residuos orgánicos y se ha mostrado convencida de que “nuestros escolares seguro que han tenido mucho que ver, porque son nuestros cómplices en este tipo de iniciativas: aprenden muy rápido a usar correctamente los contenedores y luego se llevan ese conocimiento a casa para enseñar a sus familiares a hacerlo bien”.

Como explica el comunicado del Ayuntamiento, durante toda la campaña, el Guerrero de la Limpieza ha tenido una misión: contar a los pequeños, a través de trucos de magia y juegos, la forma correcta de separar los residuos en casa, poniendo el foco este año como novedad en el reciclaje de la materia orgánica mediante el nuevo contenedor marrón, además de deshacerse correctamente de los chicles, la importancia de recoger los excrementos de los perros y de no pintar grafitis sobre paredes y mobiliario urbano, entre otros. El personaje, además, repartirá a cada niño en los centros escolares unos imanes de nevera creados con su imagen en los que se pueden ver los colores y tipos de contenedores en los que pequeños y mayores deben depositar cada residuo, con el objetivo de que transmitan su mensaje en sus casas y sean parte de su patrulla de la limpieza.