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Panellets en IbizaVicent Mari

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Tots Sants

Can Vadell, en Ibiza: Más de medio siglo de ‘panellets’

El popular horno lleva una semana elaborando a destajo 'bunyols' y 'panellets', los dulces tradicionales de Tots Sants, que este año, según cuentan los propietarios de este emblemático negocio familiar, están teniendo una mayor demanda que en 2020

Una decena de personas hacen cola para entrar en Can Vadell. La mayoría están allí para comprar los dulces más típicos de estas fechas, lospanellets y los bunyols. En el interior, tres dependientas despachan con presteza a la clientela.

Las entrañas de la emblemática panadería-pastelería de Ibiza también bullen de actividad. «Llevamos una semana haciendo panellets. Empezamos el pasado sábado a preparar la masa (el mazapán) con la idea de dejarlo todo listo para hornear los primeros el lunes. En un proceso trabajoso porque hay que elaborarlos uno a uno», explica Nieves Clapés, nieta de Joan Marí Planells y Pepa Ribas Juan, los fundadores de este negocio familiar que en 2023 cumplirá cien años. «Los panellets se empezaron a elaborar más tarde, en época de mis padres, quizás hace algo más de medio siglo», comenta mientras muestra el centro de operaciones de la pastelería. Allí está parte de la familia y de los trabajadores con las manos en la masa de panellets y bunyols.

Vicente Clapés, hermano de Nieves, en este momento está trabajando con el mazapán de fresa. Hace rollos alargados, que luego corta en pequeños trozos que a continuación pasará por azúcar glas. «Este año no hemos introducido sabores nuevos. Tenemos panellets naturales, de piñones, de almendra partida, de fresa, de vainilla y de yema», detalla Nieves. «Otros años teníamos también de naranja, café, coco y pistacho, pero, la verdad, es que no tenían mucho éxito», reconoce. Nieves rememora la época en la que sus padres trabajaban en e l negocio: «Antiguamente a los panellets naturales se les ponía una almendra encima y también se hacían algunos con trozos de membrillo».

En cualquier caso, ahora y siempre, «el rey del panellet es el de piñón», asegura Nieves. No solo es el que más demanda tiene sino también «el que más trabajo lleva», comenta su hermano haciendo la demostración. Vicente se unta las manos con yema de huevo. Coge un trozo del mazapán previamente cortado, le da forma redonda y con una brocha le pone yema de huevo batido para que los piñones, que tiene en una bandeja, queden adheridos a su superficie.

Los ‘panellets’, en bandejas para hornearlos.

«Un kilo de panellets lleva más de 400 gramos de piñones», asegura antes de explicar que este fruto seco es muy caro. Este año «el piñón nacional», que es el que emplea Can Vadell, lo ha adquirido por 72 euros el kilo. En cuanto a la almendra, esencial para el mazapán, el precio está en torno a los once euros el kilo, según apunta su hermana.

Si en 2020 toda la almendra que empleó Can Vadell era de origen ibicenco, este año la conocida panadería-pastelería ha tenido que recurrir también «a la de fuera porque la cosecha en la isla se ve que no ha sido tan buena como el año pasado», afirma Nieves.

Como se puede leer en uno de los carteles que cuelga muy cerca del mostrador, este horno es uno de los seis en la isla que participan en la campaña ‘Això sí és d’Ibiza! Panellets amb ametlla d’Ibiza’, que ha puesto en marcha el Consell de la isla para promocionar el producto local. En la iniciativa, que también se llevó a cabo en 2020, participan, además de Can Vadell, Can Bufí, Can Blay, Samos Deli, Can Coves y Frutos Secos Ibiza.

'Bunyols' de Can Vadell.

Otros dulces tradicionales de la fiesta de Tots Sants en Ibiza son los bunyols. En Can Vadell, asegura Nieves, se venden tan bien como los panellets. Este año, según sus cálculos, la demanda de unos y otros ha subido con respecto a 2020, cuando también ambos productos se vendieron muy bien. «Si sigue habiendo demanda, la pastelería seguirá haciendo bunyols y panellets hasta diciembre, unos días antes de que empiecen las fechas navideñas», asegura.

Lo que no se puede encontrar este año en Can Vadell son los rosarios de ‘Tots Sants’, el regalo que los padrinos solían hacer a sus ahijados el 1 de noviembre. «Hemos decidido no hacer porque este año somos menos manos»; explica la encargada del histórico negocio, que comenzó su andadura en 1923 en la calle Amadeu, muy cerca del Mercat Vell, para luego trasladarse a la calle Anníbal y más adelante abrir una sucursal en la calle Canarias. Es está la única que sigue en marcha, tras cerrar la de la Marina en noviembre de 2017.

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