Los mostradores de las pastelerías se llenan también estos días de los dulces típicos de Tots Sants. Panellets de diferentes sabores, pero sobre todo de piñones, y buñuelos no pueden faltar en estas fechas.

En Vadell hace diez días que tienen panellets de piñones y desde principios de semana ya se pueden encontrar de otros sabores: vainilla, yema, fresa y natural. «Estos son los que más se venden», aseguraba el lunes Nieves Clapés, nieta de los fundadores de la pastelería, desde detrás del mostrador, donde en ese momento los clientes sólo podían ver los de piñones porque el resto estaban recién hechos y no habían enfriado lo suficiente para ser expuestos.

Para Clapés, el panellet no decae y se sigue comprando cada año. Y el que más éxito tiene es siempre el de piñones, entre los mayores y entre los más pequeños. Precisamente por éstos preguntaba una pareja de clientes al entrar en el establecimiento el pasado lunes. «Tenemos de piñones, de fresa, de vainilla...», les informó Clapés.

Junto a los panellets -cuyo ingrediente principal es la almendra-, el otro dulce típico de estos días es el tradicional buñuelo: «Hay gente a quien le gustan más los panellets y gente que prefiere los buñuelos», decía mientras mostraba una bandeja en la que quedaban pocos.

Los rosarios, también presentes

Los rosarios, también presentes

En Vadell no se olvidan tampoco de los rosarios, que se encuentran aún en algunas pastelerías y que, según la tradición, los padrinos regalaban a sus ahijados y éstos llevaban colgados. Clapés señala que en la pastelería elaboran ellos los ingredientes que los forman, entre ellos panellets y mantecados.

En la pastelería Fina II este año sólo prepararán buñuelos «estilo ibicenco» y panellets de piñones y de almendra. El propietario del establecimiento, Narciso Planells, lamenta el elevado precio de la materia prima que obliga a subir el coste de los panellets y que disuade a los clientes de llevarse más cantidad. «Se perderán tradiciones por los abusos de precio», aseguró.

Cuenta que años atrás elaboraban este dulce de «tres o cuatro sabores» distintos, pero dado que se venden menos y hay que comprar mucha materia prima para poder hacerlos, en esta ocasión ha optado por ceñirse a los más tradicionales. «Es que quien antes se llevaba un kilo ahora dice: 'Ponme dos de cada», lamenta.

Por su parte, en uno de los establecimientos del Forn Can Sans, en Santa Eulària, hay gran variedad de panellets. Están los típicos, de piñones y de almendras, que son «un poco más caros» y de los que tienen más cantidad, y una pequeña selección de coco, cabello de ángel, chocolate o fresa, entre otros, que resultan más económicos.

Pese a la diferencia, Jacqueline Vasquez, quien trabaja para la empresa desde hace diez años, resalta que los que más venden han sido siempre los de piñones. «Debe ser que están más buenos», comenta y apostilla que están al mismo precio desde hace cinco años.

En el Forn Can Sans venden panellets desde el pasado sábado y la trabajadora asegura que los clientes acuden buscándolos. «La gente no compra otra cosa; se dan el gusto», asegura. Buñuelos, en cambio, no tienen estos días; esperan a hoy para ofrecerlos a los clientes.