La isla de Ibiza, que siempre se ha preciado de ser un adalid de la modernidad y de apostar por ideas de futuro, ocupa el furgón de cola en un tema en el que realmente se juega su porvenir, como es el de la creación de energías limpias y la lucha contra el cambio climático. Así, a día de hoy, solo un 0,22% de la energía que consume es de origen fotovoltaico o eólico.
Un escenario que se propone transformar radicalmente el Govern balear, y lo quiere hacer con planes de estímulos, ayudas y subvenciones destinadas tanto a particulares como a pequeñas empresas. «A causa de su característico urbanismo disperso y de la orografía de la isla, que no la hacen apta para extensos parques fotovoltaicos, Ibiza es un lugar perfecto para el autoconsumo energético», explicó ayer el vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, que visitó Ibiza para explicar en la sala de plenos del Consell las diversas ayudas a la que pueden optar los particulares, administraciones y las pequeñas empresas que quieran sumarse a la generación de energías limpias.
El retraso de la isla en este aspecto es visto incluso como un motivo de optimismo por parte del director general de Energía y Cambio Climático del Govern , Pep Malagrava: «Ibiza tiene mucho margen de mejora y creo que esta isla puede ser la mayor beneficiaria de las líneas de ayudas que hemos venido a presentar».
Ayuda al autoconsumo
Precisamente, las ayudas al autoconsumo son el objetivo de la primera convocatoria que ayer presentó el Govern ante un auditorio expectante que llenó el aforo del salón de plenos.
Esta línea de ayudas se publicará durante el mes de septiembre y consta de un total de 13 millones de euros para el conjunto de Baleares, de los cuales 5,6 millones irán destinados a empresas, 4,8 a particulares y administraciones públicas y 2,3 millones a inversiones en sistemas térmicos y renovables para el sector residencial. El objetivo es incentivar la instalación de placas solares e iniciar el camino hacia el autoconsumo particular y empresarial. «En el caso de que se agoten los fondos, se realizará una nueva convocatoria», explicó Malagrava.
Las ayudas que facilita el Govern tendrán la financiación de la Unión Europea para cumplir con los objetivos de descarbonización
Respecto al impulso a la movilidad eléctrica, el Govern tiene dos líneas de ayuda: una de 10,4 millones de euros destinada a las administraciones locales para instalar puntos de recarga, pérgolas fotovoltaicas, así como para el mantenimiento de las instalaciones, y el programa Moves 3 de 9,3 millones de euros al cual también pueden acceder particulares y que está destinado a la ayuda apara la adquisición de vehículos enchufables y de pila de combustible, y que incluye también la implantación de puntos de carga.
La movilidad eléctrica
A estos hay que añadir otros 100 millones de ayudas a la movilidad eléctrica del plan Moves Singulares, cuya convocatoria se ha publicado este verano y que gestiona directamente el Ministerio de Transición Ecológica.
Otros planes pendientes de aprobación son el PREE 5000 singulares, que gestiona el Gobierno central y que destinará 100 millones de euros a programas de rehabilitación energética de edificios; el PIME de eficiencia en la industria (1,5 millones) para invertir en maquinaria más eficiente y en programas de gestión energética; las ayudas a instalaciones agropecuarias (0,3 millones) para mejorar los sistemas de regadío, generadores de energía y luminarias. Hay otras dos líneas de ayudas al desarrollo urbano sostenible pero que en Ibiza no podrán desarrollarse porque están destinados a municipios con menos de 5.000 habitantes.
A todo esto hay que añadir el Fondo Illes Sostenibles del Govern que dispone de un total de 230 millones de euros para ayudar a proyectos de renovables e inversiones en proyectos innovadores, así como en el establecimiento de una red de oficinas de información y dinamización, una de las cuales se instalaría en la isla de Ibiza.
En definitiva, una ingente cantidad de dinero público que las administraciones ponen a disposición de la ciudadanía -tanto particulares como empresas- para que inicien sin miedo su propia transición energética. Un ambicioso plan que, en su gran mayoría, cuenta con la financiación económica de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con el que la UE quiere cumplir los objetivos de descarbonización de la Agenda 2030.
Objetivos ambiciosos
El Govern balear se ha marcado como objetivo terminar la legislatura con un 25% de electricidad producida de manera renovable en el conjunto de las Baleares.
El Consell de Ibiza, por su parte, en su Hoja de Ruta a la Transición Energética se ha propuesto alcanzar el 30% de generación de energía fotovoltaica y eólica en el año 2030. Objetivos todos muy ambiciosos dado el paupérrimo escenario actual, al menos en la isla de Ibiza.
«Estamos en un punto de inflexión y no podemos quedarnos atrás. Ibiza necesita urgentemente incrementar la presencia de las energías renovables y este es el motivo por el que hemos venido aquí. Debemos avanzar hacia el autoconsumo», señaló Yllanes. En parecidos términos se expresó Malagrava, quien insistió en «la colaboración público-privada para asumir este reto».
