Ha sido una constante que ahora se afianza. Pese a la pandemia, o precisamente gracias a ella, el sector de los vuelos privados experimenta en Ibiza un crecimiento que contrasta con la debacle sufrida por la aviación comercial, y de la que se recupera tímidamente con la amenaza constante de las restricciones de los países emisores de turistas. Como dato, el pasado junio se contabilizaron una media de 65 escalas diarias de jets en es Codolar.
Durante los primeros meses del confinamiento (se decretó a mediados de marzo del año pasado y se prolongó hasta finales de junio), el tráfico comercial prácticamente se paralizó, pero no ocurrió lo mismo con el privado. Entre abril y mayo del año pasado se registraron setenta operaciones de jets en Ibiza, una cifra menor que en otros años pero significativa. Pero este año las cifras son muy diferentes.
La estadística de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) constata un incremento del 40% en el número de operaciones de aviones privados en los seis primeros meses. Se contabilizaron 5.345 frente a los 3.819 del mismo periodo de 2019.
Estas cifras confirman el músculo de este sector del transporte aéreo, muy beneficiado por la pandemia (los clientes evitan las acumulaciones de pasajeros de los aeropuertos y pueden elegir cuándo volar, por ejemplo). Pero su progresión no viaja en paralelo al sector turístico.
De hecho, este aumento del 40% en el volumen de tráfico de jets de enero a junio en Ibiza se explica desde las empresas del sector principalmente por el incremento de la demanda durante los meses de invierno.
Más escalas en invierno
Según datos de AENA, el número de operaciones (aterrizajes y despegues) de jets en es Codolar se elevó a 357 en enero de este año, lo que representa un crecimiento del 25% con respecto al primer mes del año pasado (aún no se había desatado la crisis sanitaria) y de un 43,9% con respecto a enero de 2019.
En febrero, la cifra de operaciones privadas en Ibiza creció hasta situarse en 622 aterrizajes y despegues, muy por encima de los 267 del mismo mes de 2020 pero sobre todo de los 151 de 2019.
Marzo también fue muy positivo. La terminal ibicenca gestionó 419 escalas, cuando en el mismo mes de 2020 la cifra se elevó a 272. En marzo de 2020 pasado toda la actividad se paralizó a partir del día 14 , cuando el Gobierno decretó el confinamiento general de la población. En cualquier caso, el dato del tercer mes de este año es un 36% superior al registrado hace dos años, cuando el covid no era ni un mal sueño.
Finalmente, abril aportó el paso de 774 aviones privados a la estadística del aeropuerto. Es un 50% más que la actividad de abril de hace dos años y un 95% más que el año pasado, aunque esta comparativa está absolutamente condicionada por el parón del transporte por la pandemia.
Como el resto de actividades relacionadas con el turismo, la llegada de jets se disparó en mayo hasta alcanzar los 1.207 movimientos (siempre contabilizando los aterrizajes y los despegues). Esta cifra es un 26,6% superior a la del mismo mes de hace dos años. Ni siquiera vale la pena sacar la estadística con respecto a mayo del año pasado, en pleno confinamiento, cuando hubo apenas 38 vuelos de este tipo.
Sin dj, pero con familias
Finalmente, el pasado junio se cerró con 1.966 operaciones de jets, casi la misma cifra que en 2019, cuando se contabilizaron 1.963. En junio del año covid apenas se registraron 316 movimientos.
Desde el sector apuntan un detalle importante: el número de vuelos se mantiene e incluso aumenta en los meses de verano a pesar de que no hay oferta de ocio nocturno en Ibiza. La relación está en la cantidad, importante, de vuelos que generaban en anteriores veranos profesionales del sector, principalmente los dj. Ahora están siendo sustituidos por particulares y familias, un detalle que aporta optimismo al sector si se consolida en el futuro.
