La consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro, aseguró ayer que mantener cerradas las discotecas de más de 300 personas de aforo «es una decisión puramente sanitaria, no es un capricho de este Govern» y defendió la campaña de controles para que se cumplan las medidas. «Este Govern tomó una decisión valiente en su momento, basada puramente en criterios sanitarios y que ha tenido reflejo en otras comunidades», dijo Castro en una rueda de prensa, a preguntas sobre la petición de diálogo de la asociación Abone. «Respeto las declaraciones de la asociación pero las resoluciones que determinan que no deben estar abiertos en este momento sanitario locales de más de 300 personas están basadas en una decisión puramente sanitaria, no es un capricho de este Govern», afirmó.

Castro aseguró que «la evidencia demuestra que las discotecas han sido en otras partes un foco de contagio muy importante». «Creo que la decisión fue acertada», insistió.

Sobre el decreto que fija las sanciones contra incumplimientos de medidas para evitar contagios de Covid, defendió que «busca controlar que no se incumplan las medidas», destacó que Balears fue primera comunidad en aprobar una norma de este tipo y que otras lo han copiado posteriormente.

Castro puso en valor también la puesta en marcha de operativos de control los fines de semana en zonas de ocio, con la colaboración de la Delegación del Gobierno, la Policía Nacional y la Guardia Civil, con las policías locales y defendió que «el Govern está poniendo todos los recursos para que las medidas se cumplan». Añadió que «son los expertos sanitarios quienes determinan como ir tomando las medidas». «Esto es una situación dinámica y las decisiones pueden ser más duras o más flexibles en función de cómo evolucione la pandemia», ha agregado Castro. «La mayoría de la ciudadanía cumple las medidas. No vamos a permitir que las negligencias de unos pocos pongan en riesgo a todos los ciudadanos de Balears», concluyó.