La conselleria balear de Salud tenía contabilizados ayer cinco casos de coronavirus en residencias de mayores de Ibiza. A los cuatro usuarios afectados, uno de Cas Serres y tres de Can Blai, se sumaba ayer un nuevo positivo, en este caso, un empleado de este centro de mayores de Santa Eulària. Estos datos son los que facilitó ayer a las 13 horas el portavoz del comité autonómico de gestión de enfermedades infecciosas de Balears, Francesc Albertí. Salud no pudo concretar si el trabajador infectado en Can Blai se encuentra aislado en su casa o ingresado en el Hospital Can Misses.

En total, los casos de coronavirus registrados en residencias de mayores y de personas con discapacidad de Balears suman 58, lo que representa un incremento del 75% respecto a los 33 casos contabilizados el miércoles.

El departamento que dirige Patricia Gómez aclaró que el aumento acentuado del número de casos en centros residenciales para personas dependientes se debe a que se van obteniendo resultados positivos de las pruebas que se realizan a quienes han estado en contacto con los enfermos de Covid-19.

Francesc Albertí explicó que el pasado miércoles se adoptó la decisión de que se realicen pruebas a todos los profesionales y usuarios que han tenido contacto estrecho con los residentes confirmados como positivos y a aquellos que presenten síntomas, en el caso de los trabajadores se especificó que sean «respiratorios».

Los primeros análisis en el Hospital Residencia Cas Serres se realizaron ayer, un total de 19, nueve a usuarios y diez a empleados que han podido tener contacto con la residente que dio positivo. Desde la máxima institución insular se insistió en que «la mejor manera de que no haya más contagios es que los tests se hagan a la totalidad de la plantilla y de usuarios».

Por su parte, la dirección de Can Blai confirmó que hasta ayer se habían realizado pruebas «a 29 de sus residentes y a 33 trabajadores» e instó a que los análisis se realicen al 100% del personal y de los usuarios.

La dirección del centro, que explicó que la plantilla «lleva semanas trabajando incansablemente en medidas preventivas» para tratar de que el Covid-19 no afectara a sus usuarios, reclamó que se valore el «gran esfuerzo» y la labor «impecable» que está realizando el equipo humano. Ahora que la pandemia ha llegado al centro, «el objetivo es minimizar los estragos que pueda ocasionar la situación», subraya la carta que ayer remitió al Govern el director de Can Blai, Jesús Díaz-Santos.

Tras el primer caso positivo el centro tomó diversas medidas, entre ellas, aislar de manera preventiva a todos sus usuarios, identificar a los contactos estrechos de los afectados y apartar de la actividad laboral de manera preventiva a los trabajadores con clínica respiratoria.

Por otra parte, la residencia de Can Blai ha adquirido un teléfono para que se pueden realizar videollamadas con el fin de mantener un contacto frecuente entre los usuarios y sus familiares, a los que se les informa puntualmente de la situación de sus allegados y de «todo lo que está pasando en referencia al coronavirus». Asimismo, los trabajadores cuentan con apoyo psicológico, informaron desde este centro.