Los magistrados de la sección segunda de la Audiencia Provincial tienen previsto juzgar el viernes de la próxima semana en Ibiza al belga C.C., maltratador de Sara Calleja y acusado por la familia de su víctima de inducción al suicidio. Sara Calleja se quitó la vida en Ibiza el julio de 2015, según la Policía Nacional agobiada por la presión de su expareja, que no cesó de enviarle mensajes a pesar de que lo tenía prohibido. El Ministerio Público reclama para el acusado siete años de prisión, mientras que la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, eleva la petición hasta los 18 años, ya que incluye el delito de inducción al suicidio.

El Ministerio Público acusa al belga de la presunta comisión de tres delitos: uno de maltrato psíquico habitual y otros dos continuados de coacciones y quebrantamiento de condena. Por el primero de los tres delitos, la Fiscalía solicita una condena de tres años de prisión; por el segundo, otros tres años de cárcel y por el tercero, un año más, con lo que en total suman siete años. También se reclama el pago de una indemnización de 60.000 euros para los hijos de la víctima.

En el escrito de la acusación pública se recuerda que C.C. tiene dos condenas firmes de los juzgados de León por amenazas y coacciones en ámbito familiar por maltratar a Sara Calleja,

Según la Fiscalía de Ibiza , ambos mantuvieron una relación que duró tres años y dos meses y que acabó por voluntad de la mujer. «El encausado en ningún momento aceptó la ruptura y pese a que [ella] le manifestó su voluntad de no querer mantener ningún contacto con él, éste insistía continuamente en que volvieran a ser pareja, realizando numerosas llamadas a sus teléfonos», señala la Fiscalía. Las condenas de los juzgados de León le prohibían ponerse en contacto con ella.

Según el escrito de acusación, la idea de C.C. era perturbar la tranquilidad de Calleja con el fin de impedir que pudiera rehacer su vida.

La acusación particular atribuye a C.C los tres delitos indicados por la Fiscalía, otro continuado de amenazas (1 año de prisión), uno de lesiones psíquicas (5 años) y el de inducción al suicidio (5 años). Un delito, este último, que según el juez Juan Carlos Torres, titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Ibiza , «está en la mente de todos» pero, sin embargo, «no se manejaba mucho durante la instrucción sumarial», a pesar de que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que investigaron la muerte de Sara Calleja lo apuntaron desde el inicio. Por su parte, la defensa pide la libre absolución del acusado con todos los pronunciamientos favorables.

Sara Calleja tenía 51 años cuando murió. Dejó dos hijos.