Una veintena de personas están citadas a declarar en el juicio que está previsto que se celebre hoy en el Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza y que sienta en el banquillo a Marcos M. B., de 24 años, el conductor que en abril de 2017 arrolló a dos ciclistas, causando la muerte a uno de ellos, Daniel Viñals.

La vista oral dará comienzo a las 10 de la mañana y se celebrará en un único día. Junto a la Fiscalía, que solicita una pena de siete años de cárcel para el procesado, habrá sendas acusaciones particulares que representan a la familia de Viñals y al ciclista que resultó herido en el atropello.

Marcos M. B. llegará a los juzgados de Ibiza desde el centro penitenciario, donde permanece ingresado desde finales de mayo de 2017, cuando la Audiencia Provincial revocó la decisión de la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1, María Luisa Bustillo, que le dejó en libertad provisional, y atendió así el recurso presentado por la Fiscalía, que solicitaba prisión para él.

Homicidio imprudente

El Ministerio Público acusa a Marcos M. B. de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria en concurso con un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones imprudentes, por los que solicita cuatro años de cárcel. Y de un delito de omisión del deber de socorro por el que pide tres años de prisión.

El suceso ocurrió sobre las diez de la mañana del 29 de abril de 2017, cuando Marcos M. B. conducía un vehículo Land Rover por la carretera de Sant Josep a Sant Antoni «con sus facultades psicofísicas disminuidas a consecuencia de una previa ingesta de alcohol y drogas», recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía. En este sentido, considera que esto «mermaba considerablemente» la capacidad del acusado «para manejar los mecanismos de dirección, control y frenado» del vehículo y «aumentaba el tiempo de reacción ante acontecimientos imprevistos en dicha conducción, con pérdida de reflejos y de capacidad visual».

El Ministerio Fiscal sostiene que a consecuencia de todo ello, «prescindiendo de la diligencia indispensable en la conducción, a velocidad excesiva y obviando las normas de circulación», Marcos M. B. invadió el carril contrario en una curva y colisionó de manera frontolateral contra los dos ciclistas que circulaban en sentido contrario.

A continuación, el acusado «lejos de proceder a auxiliar a los dos ciclistas» que, según destaca, eran los únicos ocupantes de la carretera en aquel lugar, y «sin aminorar la marcha en ningún momento, se dio a la fuga». La Fiscalía destaca que esto colocó a ambos ciclistas -Viñals seguía con vida en ese momento- en una «clara situación de peligro y riesgo para su integridad física», por el propio accidente y por la posible aparición de nuevos usuarios en la vía.

En su huida, Marcos M. B. chocó contra un muro y después se dirigió a su domicilio, donde fue detenido. Cuando lo localizaron, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico le sometieron a la prueba de alcoholemia, que se hizo una hora después del accidente y que dio resultado positivo con tasas de 0,96 y 0,95 miligramos por litro de aire espirado. También se le practicó la prueba de detección de estupefacientes, que también dio positivo en cocaína y MDMA.

El escrito de acusación del fiscal señala que tanto el ciclista herido como la familia del fallecido ya han sido indemnizados por la compañía de seguros, por lo que no reclaman cantidad alguna.