«Nos han amenazado con echarnos si no trabajamos»

«Yo llevo aquí 28 años y no quiero que me echen», explicaba una de las trabajadoras que, ayer por la mañana, se resignaba a cumplir con los servicios mínimos en la huelga de limpieza del aeropuerto. «Os meten miedo y así siempre ganan ellos», le respondía a gritos una de sus compañeras que no quería ceder después de la «traición» y el «boicot» a la protesta del director del aeropuerto. Después de dos meses sin cobrar -en realidad son tres nóminas, ya que también falta una paga extra- y de tres días de huelga, las limpiadoras y limpiadores del aeropuerto tienen los nervios destrozados y, ayer a mediodía, en la reunión que mantuvieron en la terminal para decidir si aceptaban cumplir de nuevo con los servicios mínimos, la tensión se tradujo en histeria.

«¡Nos han amenazado con echarnos si no venimos a trabajar mañana [en referencia a hoy]!», gritaron dos de las limpiadoras que más afectadas estaban por la situación. «Nos vamos al médico porque estamos al borde de sufrir un ataque», añadieron.

«La metedura de pata ha sido la de enviar a Valoriza para limpiar la zona del control de seguridad, porque eso las ha encendido», dijo un empleado de AENA que acudió a la reunión para dar su apoyo a las limpiadoras. «La prueba de que no tenía derecho a hacerlo es que hoy no ha repetido la operación», añadió uno de los trabajadores.

«Espero que mañana cobremos [el dinero que se les debe], porque si no me voy a reír de vosotras», dijo otra mujer que mostraba con mucha vehemencia su rechazo a los servicios mínimos.

«Se pelean entre ellas por los puros nervios, porque es una situación muy grave», manifestó Consuelo López, secretaria de organización de CCOO en Ibiza y Formentera.

Limpiar los baños

Limpiar los baños

De alguna manera, AENA admitió el error de pedir a la empresa Valoriza que limpiara la zona del control de seguridad durante la huelga. Ayer, los responsables de AENA pidieron a las trabajadoras que reanudaran los servicios mínimos y limpiaran el suelo de esa misma zona con el fin de evitar resbalones, y también que asearan los baños un poco y pusieran papel higiénico.

Las trabajadoras que decidieron trabajar en los servicios mínimos comenzaron a limpiar por la tarde. Mientras tanto, centenares de turistas atravesaron una terminal sucia hasta límites preocupantes. Ni siquiera se podían utilizar los baños, que estaban cerrados y apestaban.