El Consell Executiu de Ibiza aprobó a mediados de noviembre una serie de cambios en el Plan Territorial Insular (PTI) después de que Podemos y PSOE, que gobiernan en coalición, llegaran a un acuerdo sobre esas modificaciones. El principal punto de lo pactado consiste en acotar la superficie máxima que podrán tener las construcciones en el suelo rústico, que está siendo objeto de especulación con la proliferación de grandes mansiones.
A lo sumo podrán tener 320 metros cuadrados y las piscinas no podrán tener más de 30 metros cuadrados de espejo de aguas. El PTI actual no establece un límite claro de esa superficie, lo que ha favorecido los proyectos de hasta un millar de metros cuadrados.
En esa revisión del PTI también se establece que las zonas forestales consideradas como suelo rústico serán inedificables, por lo que quedarían urbanísticamente homologadas a las Áreas Naturales de Especial Interés (ANEI). Asimismo, en suelo rústico solo podrán producirse segregaciones cuando se trate de donaciones familiares y herencias.
El pleno del Consell aprobó el último día de noviembre la moratoria sobre estos cambios del PTI, que ahora deberán pasar por un trámite que la consellera de Territorio, Pepa Marí, aseguró que será rápido porque se tramitarán como una modificación puntual. En ese pleno, el PP se opuso por considerar que se provocará «el abandono del campo» y se empobrecerá a los propietarios, según palabras del conseller Mariano Juan.
Moratoria del Govern
Moratoria del GovernPor su parte, el Govern aprobó en enero una moratoria que suspendió los cambios legislativos introducidos por el PP entre 2011 y 2015. Tras los cambios, las ANEI fueron declaradas inedificables en las Pitiüses, de manera que se las equiparó con el resto de Balears, y se acabó con la posibilidad de crear campos de golf. También se puso coto a las ampliaciones de viviendas en suelo rústico común.
El PP consideró que esa suspensión cautelar, aún vigente, «genera inseguridad jurídica e incertidumbre», además de frenar el crecimiento y la creación de puestos de trabajo», según manifestó José Vicente Marí Bosó, presidente insular del PP.
