Convencer al PREF para que renuncie a optar a la alcaldía de Ibiza, un derecho que ahora corresponde a sus dos concejales por el orden de la lista electoral y la renuncia o dimisión de los candidatos precedentes. Este es el próximo reto que afronta la dirección insular del PP en este loco carrusel en el que se ha convertido la gobernabilidad del Ayuntamiento de Ibiza.

Tras la negativa de la concejala de Deportes, Mar Sánchez, a asumir la alcaldía de Vila, comunicada ayer al presidente del PP, Vicent Serra, les corresponde legalmente ser aspirantes al cargo a los siguientes en la lista electoral del PP, Miryam Valladolid y Nacho Rodrigo, por este orden. Pero ninguno de los dos pertenece al PP, sino al Partido Renovador de Ibiza y Formentera (PREF). Vicent Serra ya ha dicho (y ayer volvió a insistir en ello) que el candidato tiene que ser del PP, por lo que ahora el partido se ha puesto manos a la obra para disuadir a los dos ediles renovadores.

Sin embargo, hay un hecho que complica la negociación entre el PP y el PREF: las declaraciones que hizo el pasado sábado en rueda de prensa el propio Serra, en las que invitaba a Rodrigo a marcharse tras el escándalo de los mensajes de móvil. Las palabras del presidente del PP han encendido al concejal y han provocado mayor distanciamiento.

Consciente de esta situación, ayer Vicent Serra suavizó su discurso y habló de que había sido una opinión personal. «Y luego está el partido, que puede opinar otra cosa», matizó. De hecho, ya a primera hora de la noche el PP difundió un comunicado en el que apelaba a la responsabilidad de todos ante las difíciles circunstancias que vive el Ayuntamiento e invitaba a todos los miembros del gobierno municipal a «actuar con un elevado sentido de estado y, con independencia de las filiaciones políticas, recuperar la cohesión y la lealtad a fin de agotar la legislatura con la estabilidad institucional que el Ayuntamiento merece». Para el PP, «las últimas declaraciones públicas» de «miembros de otras formaciones políticas que comparten la gobernabilidad del Ayuntamiento [en referencia al PREF y a Rodrigo, a los que que no menciona] no favorecen situaciones de cohesión».

Vicent Serra aseguró que no quiere que se tomen «decisiones drásticas» en estos momentos y el comunicado de su partido subraya que entre todos los miembros de la candidatura «existen más lugares comunes que espacios de desencuentro». El PP también busca el consenso con el resto de partidos en el Ayuntamiento para poder desatascar esta situación. Ayer mismo Serra confirmó que se había puesto en contacto con todas que las formaciones, y que hoy seguirán negociando para encontrar una solución a esta ecuación con infinitas variables en la que se ha convertido la gobernabilidad del Ayuntamiento de Ibiza.

Esta crisis también puede cobrarse otra víctima, Carmen Domínguez, presidenta de la Junta Local de Vila del PP, aunque de momento no hay fecha para su más que seguro cese.

El Partido Popular se había encomendado a la edil Mar Sánchez para poder lograr cierta estabilidad al gobierno de Vila tras las dimisiones de Pilar Marí y Juan Mayans, pero la concejala, que fue madre el pasado fin de semana, ha optado por rechazar el ofrecimiento (ayer, su marido, el cómico José Boto, celebraba con este tuit su decisión: «La familia es lo más importante!»). No obstante, Sánchez , que entró en la lista del PP como independiente, se pone a disposición del partido «para superar los moment0s complejos por los que atraviesa el grupo municipal popular».

Ayer por la mañana, antes de anunciar su decisión, la concejala se reunió con su amiga la exalcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui, quien en su día la convenció para que entrara en listas.

Tras la renuncia de la concejala, el presidente insular del PP anunció que durante el día de hoy el partido «trabajará» para encontrar un candidato lo antes posible, «que es lo que más nos preocupa», y recuperar la normalidad institucional.

Incierto futuro

El galimatías es tal que el PP ahora se plantea retrasar la dimisión de Pilar Marí hasta poder relevar a los concejales dimisionarios, que pueden ser dos o tres si Alejandro Marí finalmente se marcha a finales de esta semana, como ya ha insinuado. El PP no tiene claro aún qué candidatos estarán dispuestos a entrar en el Consistorio para cubrir las vacantes. La misión no es fácil en medio de esta crisis que ha desacreditado al gobierno municipal.

Y luego está el problema de la elección del próximo alcalde en el pleno de investidura, donde el PP se puede presentar en minoría y perder la votación. Ayer, la portavoz de PSOE-Pacte, Lurdes Costa, despejó una de las incógnitas que podría dar a los populares vía libre para formar gobierno: el grupo municipal progresista probablemente no presentará candidato para «facilitar la elección y la gobernabilidad de la institución».

«Lo hemos dicho en los últimos días, nosotros actuaremos con responsabilidad porque queremos estabilidad en el Ayuntamiento de Ibiza», insistió la portavoz progresista, «pero una cosa es que apoyemos al candidato que presente el PP, que no lo haremos, y otra es si podemos buscar alguna fórmula que pueda facilitar que tengan un gobierno». Y aún fue más concreta: «Podemos no presentar candidato y dejar que fuera alcalde el de la lista más votada, aunque no tuvieran mayoría absoluta en el pleno», zanjó.