La oposición del Consell de Formentera tiene «serias dudas» del encaje de Córdoba en los plenos

La oposición pide información al secretario del Consell para aclarar las funciones de un presidente no adscrito

Los tresconsellers socialistas y detrás los de GxF, que son cinco.

Los tresconsellers socialistas y detrás los de GxF, que son cinco. / C.C.

Los partidos de la oposición de Formentera, GxF y PSOE, tienen «serias dudas» sobre el futuro funcionamiento del pleno de la institución tras la expulsión del presidente, Llorenç Córdoba, de la coalición conservadora de Sa Unió (PP Compromís), que ganó, hace solo seis meses, las elecciones por mayoría absoluta.

La relación diaria entre el presidente y los ocho consellers de Sa Unió, que lo han expulsado de sus filas, no es nada fluida, como reconocen ellos mismos. Ahora, los dos partidos de la oposición plantean serias dudas sobre cómo va a funcionar el pleno insular respecto al turno de palabra del presidente no adscrito y sobre cómo se van a sentar los consellers, especialmente los de Sa Unió. Esta nueva situación se escenificará seguramente en la próxima sesión plenaria, que con toda probabilidad se celebrará el 1 de febrero.

El portavoz del PSOE, Rafa Ramírez, y la portavoz de GxF, Alejandra Ferrer, pidieron más informes al secretario de la institución para aclarar estos detalles en la reunión de la Junta de Portavoces que convocó esta semana el presidente.

Ambos partidos plantearon varias contradicciones que se pueden dar y que están sin resolver. Entre ellas, que Sa Unió podría intervenir en los temas que lleva Córdoba como responsable del sector primario (pesca y agricultura) y de Costas y Litoral, pero, en cambio, el presidente no lo podría hacer en otros asuntos en caso de tener discrepancias con sus excompañeros de Sa Unió.

El ahora presidente no adscrito, en esos casos, parece que solo tendría derecho a votar, pero no tendría turno de palabra. También se pone en duda en quién delegará la presidencia en los plenos cuando sea interpelado, ya que hasta ahora son los vicepresidentes los que la asumen, es decir, Verónica Castelló, con la que no se habla, Javi Serra, con quien mantiene una relación distante, o José Manuel Alcaraz, al que acusa de querer arrebatarle la presidencia de la institución.

Pero más allá de esta situación contradictoria aparece otra que está al borde de lo absurdo: como diputado de Formentera en el Parlament balear, Llorenç Córdoba tiene derecho a asistir al pleno de la institución insular con voz pero sin voto. En este caso podría darse la paradoja de que pudiera hablar como diputado pero no como presidente.

Ante las dudas que genera la nueva figura de un presidente de Consell sin el apoyo de los consellers con los que ganó las elecciones y que le han expulsado del grupo, los partidos de la oposición esperan que el secretario insular pueda arrojar algo luz.

Todo para que el próximo pleno, cuando probablemente se escenifique esta situación, pueda desarrollarse sin más problemas después de todos los cambios provocados por esta crisis en el equipo de gobierno, iniciada el pasado mes de noviembre.

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