Los restos óseos hallados durante la excavación del cementerio de Sant Ferran, realizada en diciembre de 2017, para determinar la muerte de cinco formenterenses en una de las paredes exteriores del recinto, no contenían la suficiente materia como para realizar el cotejo del ADN con los familiares.

Por eso no se ha podido identificar individualmente de quiénes son los huesos encontrados durante el trabajo de campo y que mostraban orificios de bala. Durante la excavación se encontraron en la zona donde fueron fusilados proyectiles de fusil Mauser que era el que se utilizaba en la Guerra Civil española.

En cambio, el trabajo de archivo si ha dado sus frutos ya que tras el vaciado del Registro Civil se ha podido comprobar que no consta ninguna persona enterrada en Sant Ferran en cuyo parte de defunción aparezca como causa de la muerte por arma de fuego. Este dato indica, junto con el hallazgo de los proyectiles del exterior, que las únicas personas que murieron en esas circunstancias en ese lugar fueron, Jaume Ferrer Ferrer, Josep Ribas Marí, Joan Tur Mayans, Jaume Serra Juan y Vicent Cardona Colomar.

Estos resultados han sido presentados esta mañana por el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, la consellera balear de Cultura, Fanny Tur, la consellera insular de Cultura, Susana Labrador y la directora de la excavación Almudena García-Rubio.

Previamente se han reunido con los familiares de las víctimas para detallarles las conclusiones de la exhumación. Fanny Tur ha explicado que ahora las familias decidirán sobre cómo quieren mantener el recuerdo de sus seres queridos que podría pasar por el depósito de los fragmentos hallados durante la excavación en una urna para su posterior colocación en el cementerio con una placa recordando a estos cinco fusilados.

Tur señaló que, en cualquier caso, tendrán que solicitar permiso al Obispado de Ibiza y Formentera, como propietario del cementerrio, lo que aprovechó para subrayar la colaboración demostrada durante la excavación del cementerio de finales de 2017.