Agentes de Medio Ambiente (AMA) de la conselleria balear encontraron entre el 15 y 16 de mayo pasados un total de 15 aves acuáticas muertas en la zona sur de s'Estany Pudent, en el Parque Natural de ses Salines de Formentera. Además, recuperaron un ejemplar de avisador que «sigue vivo con debilidad y en tratamiento», según la conselleria. Los expertos están investigando la causa de esta mortandad, pero descartan que tenga un origen vírico.

Por el contrario, estudian si esas muertes pueden haber sido producidas por botulismo aviar, una intoxicación causada por una bacteria que se acumula en agua con abundante presencia de materia orgánica y poca oxigenación. Mientras, los AMA siguen pendientes de este episodio y realizan un seguimiento sobre el terreno.

La alarma se activó el pasado 15 de mayo, cuando fueron detectados algunos cuerpos de aves acuáticas en la parte sur s'Estany Pudent.

Los agentes retiraron un ejemplar de gaviota patiamarilla, Larus michahellis, siete de tarro blanco, Tadorna tadorna, y un ejemplar de avisador (cigüeñuela común), Himantopus himantopus.

También fue recogido un ejemplar, todavía vivo pero muy debilitado, de archibebe, Tringa totanus, que murió durante el transporte. El jefe de los AMA de las Pitiüses se coordinó con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears (Cofib), al que entregó dos de los ejemplares más recientes que estaban en la clínica veterinaria de referencia en Eivissa, Eivivet, para su análisis.

Pero el Cofib no pudo analizar a uno de los individuos por el avanzado estado de descomposición que presentaba y remitió al laboratorio muestras del otro ejemplar para su análisis microbiológico. También se conservan muestras congeladas para posibles pruebas posteriores.

El 16 de mayo se repitió la inspección en s'Estany Pudent y se encontraron algunos individuos más: cuatro tarros blancos y dos ejemplares de avisador.

De los dos tarros con muestras que fueron entregados también al Cofib por los servicios veterinarios de Eivivet, uno tampoco pudo ser analizado por el mal estado del ejemplar. En cambio, «un avisador sigue vivo con debilidad y en tratamiento».

Las hipótesis

Una de las causas más comunes de mortalidad en aves acuáticas, con los cuadros que presentan las halladas en Formentera, es el botulismo, señala la propia conselleria balear. Por lo que podría tratarse de una «intoxicación causada por una bacteria que se acumula en aguas eutrofizadas en anaerobiosis», es decir, aguas estancadas y contaminadas, lo que generalmente se reproduce en periodos de calor con bajos niveles de agua.

En estos casos, la retirada de los cadáveres es la acción más indicada ya que pueden actuar como propagadores del brote, añadieron.

Medio Ambiente agregó que se deben descartar otras posibles causas y agentes que puedan estar afectando a estas aves y por eso han remitido al laboratorio muestras extraídas de las necropsias de los ejemplares, por lo que la investigación sigue abierta hasta confirmar la causa.