Los primeros turistas de la temporada que han elegido Formentera para pasar unos días de vacaciones en Semana Santa se encuentran, nada más desembarcar en la Savina, con un escenario alejado de sus expectativas como visitantes de temporada baja.

Al llegar en barco, cualquier visitante que mire por la ventanilla lo primero que verá será una excavadora, vallas, cemento y maquinaria pesada, junto con obreros realizando su trabajo y transitando por los muelles. Cuando desembarcan, los pasajeros lo hacen directamente en mitad de un obra mal señalizada, aunque, eso sí, en cada llegada está presente uno de los agentes portuarios. La falta de señalización es tan alarmante que algunos profesionales de la arquitectura y la construcción consultados por este periódico han puesto el grito en el cielo por la falta de cumplimiento de las medidas de seguridad, teniendo en cuenta que además las obras se están llevando a cabo en un espacio público, gestionado por la Autoridad Portuaria de Balears (APB).

Pero el visitante no sale de su asombro cuando se da cuenta que su maleta con ruedas no avanza sobre una superficie lisa ya que el firme de los muelles ha sido rebajado unos 50 centímetros. Todo eso sin las indicaciones obligatorias de seguridad para los que transitan por el territorio de la APB.

Estas obras ya comenzaron con mal pie, de hecho lo hicieron con un retraso de un año y la APB las adjudicó hace pocos meses a la empresa MAB. Paralelamente la estación marítima de la Savina está también en obras que gestionan dos empresas distintas y ahora mismo inaccesible. Los pasajeros, según desembarcan, pasan por un pasillo que les conduce a los taxis, autobuses o empresas de alquiler de vehículos. Lo único que permanece abierto en la estación marítima es la Oficina de Información Turística. Por si el trasiego fuera poco, al lado del faro de la Savina se suma la actividad de una planta de fabricación de hormigón que genera una gran cantidad de polvo en el entorno.

Los empresarios que ofrecen servicios en este enclave estratégico de Formentera no dudan en criticar las fechas en la que la APB ha iniciado estas obras que, por otra parte, todos reconocen necesarias. Los consultados por este periódico se preguntan por qué no se iniciaron en noviembre de 2016 en vez de a finales de marzo de este año.

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, ha anunciado que la institución presentó una protesta formal a la responsable de las obras.: «Hemos trasmitido nuestra queja a la Autoridad Portuaria». Añadió que el compromiso de la APB es que las obras estén terminadas «a final de este mes de abril o la primera semana de mayo». Jaume Ferrer admitió que recibe comentarios críticos sobre estas obras, «pero ninguno oficial». «Vamos a remolque [como Consell] de estas obras, no es tan fácil como parece, luego acaban las obras y todo se tranquiliza, pero soy el primero en decir que estos trabajos tendrían que estar terminados en Semana Santa», explica el presidente.

Entre los afectados directos por el desarrollo de las obras de la APB que realiza la empresa MAB y que consisten en toda la reposición del firme de hormigón de los muelles adosados al dique de abrigo del puerto de la Savina, están la compañías navieras que cada día operan en la línea marítima entre las Pitiusas. Joan Serra, delegado de Baleària, se ha mostrado muy crítico: «No me parece bien, en estas fechas tendríamos que tener todas las instalaciones portuarias en perfecto estado para dar atención a nuestros usuarios». Añadió que en esta Semana Santa «empieza a haber bastante movimiento de pasajeros y lo primero que se encuentran son obras». Recordó que estos trabajos que ahora se están ejecutando llevan retraso, «por lo que la situación es difícil de entender, es deplorable», indicó. La información que maneja es que «la obra estará lista a final de mayo».