El Gobierno relanza el plan para garantizar pagos de 1.400 M a las plantas eléctricas de la gran industria

El Gobierno relanza la reforma integral de la retribución que reciben las plantas eléctricas de la gran industria. Al día siguiente de su formación, el renovado Ejecutivo vuelve a someter a audiencia pública una propuesta de nueva metodología para calcular los pagos que se reciben la industria que utiliza cogeneración -produciendo electricidad aprovechando el calor de la propia actividad de sus fábricas en sectores como la cerámica, el papel o la alimentación- para garantizar su rentabilidad en función de los precios de la luz y del gas natural.

El Ministerio para la Transición Ecológica ya sometió a audiencia pública en 2022 una propuesta de reforma de la metodología, pero no se avanzó en su aprobación y quedó aparcada con la convocatoria de elecciones anticipadas para el 23J. El departamento comandado por Teresa Ribera reinicia el proceso abriendo ahora otro proceso de audiencia pública para incluir cambios atendiendo parte del aluvión de alegaciones recibidas en la fase anterior.

La propuesta de nueva metodología de pagos articulada por el Ministerio para la Transición Ecológica garantizaría una retribución de 1.416,5 millones de euros en 2024 a las cerca de 600 plantas que integran el sector español de la cogeneración (974 millones), así como a las instalaciones de tratamiento de residuos (398 millones) y a las de biomasa (45 millones), según las estimaciones del Gobierno. La anterior propuesta de metodología, que nunca llegó a aplicarse y ahora es revisada, habría permitido a las plantas percibir unos 1.500 millones este año.

El nuevo plan del Gobierno introduce cambios significativos en relación a su anterior propuesta. Transición Ecológica apuesta ahora por acortar la periodicidad en que se realizará la actualización de los valores de la retribución a la cogeneración, revisándolos cada tres meses y no cada seis meses como se hacía hasta ahora para ajustarlos más a la evolución de los precios reales de los mercados de la electricidad y del gas natural (que son sobre los que se calcula los pagos que reciben las plantas para asegurar su rentabilidad).

La reducción de los periodos de cálculo es una concesión por parte del Gobierno, ya que en su anterior propuesta se establecía que de manera transitoria y hasta 2026 se actualizara la retribución anualmente, pero con posibilidad de hacer ajustes a posteriori y garantizar una retribución acorde a los precios de la luz y el gas. Sin embargo, la gran industria que usa cogeneración aspiraba a que el nuevo sistema fuera aún más flexible y que los valores de retribución se actualizaran cada mes para ajustarlos al máximo a la evolución de los precios energéticos.

De manera excepcional, al finalizar el primer semestre de 2024 sí que se realizará un ajuste a posteriori al dar por hecho que los titulares de las instalaciones de cogeneración no tendrán tiempo de cubrir el riesgo de precio en los mercados de futuros (en los que energéticas y los traders compran y venden la energía con entrega en un plazo establecido y sirven para anticipar los precios esperados por el sector para semanas y meses posteriores).

En el caso de las plantas de biomasa (que utilizan residuos orgánicos para generar electricidad) la metodología propuesta sí que introduce un ajuste anual a posteriori por desviación del precio del combustible, de forma que el precio finalmente reconocido de la biomasa se calcula a partir de las variaciones interanuales de sus costes de producción (el precio del transporte por carretera, el salario mínimo interprofesional y una tasa anual de incremento del 1% para el resto de costes de producción).

Una reforma con retraso

La nueva metodología para la cogeneración llegará con mucho retraso. El Ejecutivo se comprometió a tener lista una propuesta de nuevo esquema retributivo antes del 31 de mayo de 2022, pero la aprobación del nuevo modelo no llegó a producirse. El nuevo proceso de audiencia pública estará abierto para recibir alegaciones hasta el próximo 7 de diciembre, con el objetivo de ponerlo en marcha en 2024 (de hecho la propuesta de orden ministerial hecha pública ya contempla el establecimiento de valores de retribución para el primer y segundo trimestres para la cogeneración y para todo el año en el caso de la biomasa).

Las 600 plantas de cogeneración españolas sortearon in extremis un parón total de su actividad el pasado 1 de julio gracias a que el Ejecutivo finalmente tomó medidas para que seguir operando no les supusieran pérdidas millonarias. El Gobierno incluyó en el último macrodecreto ómnibus de fin de la anterior legislatura, antes de las elecciones del 23J, una reforma excepcional de las previsiones de precios de la electricidad y del gas que se utilizan para fijar una mejora de la retribución que reciben las renovables y la cogeneración (pero que tenía un especial impacto en el sector cogenerador) para la segunda mitad de este año.

El Gobierno insertó en el real decreto una actualización de los parámetros retributivos de estas instalaciones para el periodo 2023-2025 para mejorar la retribución, con una inyección extra de 180 millones de los ingresos regulados de las instalaciones renovables y de cogeneración para el conjunto del año y de otros 20 millones adicionales sólo para las plantas de cogeneración correspondiente al primer semestre del ejercicio. La solución dada entonces fue un parche a la espera de la nueva metodología de cálculo que ahora se reactiva.  

Reparto de 53 M en ayudas

En paralelo, el Gobierno ha aprobado de manera provisional el reparto de 53 millones de euros con cargo a los fondos europeos del Plan de Recuperación para 15 proyectos de compañías para sustituir el uso de combusbitles fósiles por energías renovables (programa Renocogen). Entre los proyectos subvencionados figuran plantas de cogeneración, de biomasa, fotovoltaicas que instalan sistemas de almacenamiento o plantas de hibridación que combinan cogeneración y solar. Y entre los beneficiarios se encuentran el grupo alimentario García Baquero, la corporación industrial Samca o Aigües de Manresa.