Portmany y Constància rompieron ayer su preocupante racha de derrotas consecutivas en la Liga al conseguir un empate (0-0) que resultó positivo para los intereses de ambos clubes. Para los portmanyistas porque siguen fuera de los puestos de descenso y para los inquenses porque se mantienen la zona tranquila (8º) de la clasificación. El resultado puede considerarse justo porque ninguno de los dos conjuntos mereció la derrota en un choque marcado por la igualdad y en el que lo más importante era no perder.

Fue un partido entretenido e intenso porque los dos equipos se jugaban mucho en el envite. El Portmany no podía caer derrotado porque solamente había sumado un punto de los 18 últimos posibles y estaba a punto de ocupar uno de los puestos de descenso directo, y el Constància porque acumulaba cuatro derrotas consecutivas y peligraba su octavo puesto. Era, por tanto, muy importante sumar y ambos cumplieron con su objetivo prioritario.

El Portmany jugó una buena primera parte. Mejoró en el centro del campo con la presencia de Pinto, recientemente fichado, pero también por el buen partido de Newman y Galera, lo que le permitió tener más el balón, dominar más y llegar por las bandas al área del Constància, aunque a decir verdad con poco peligro. De hecho, solo se registraron dos tímidos remates de Gabri.

Por su parte, los de Inca se mostraron como un conjunto muy bien escalonado sobre el terreno de juego y sabiendo en todo momento cómo desplegarse y replegarse. Lo peor fue que ninguno de los dos contrincantes crearon claras ocasiones para que se moviese el marcador. Todo fue a balón parado y con ventajas para las defensas.

En la segunda parte, el Constància fue bastante más ambicioso, dominó más y se fue directo a por los tres puntos, pero ayer el Portmany, a pesar de que 'desconectó' en el primer cuarto de hora, tuvo la fortaleza física y mental que le ha faltado en otras ocasiones e impidió que el meta Hortal encajara ningún gol.

Fueron 45 minutos de nervios, tensión y fuerza, con dos equipos que se dejaron el alma por no perder y al final lo consiguieron: el partido acabó sin goles y con un punto de compensación para cada uno de ellos.