Soriano admitió a las preguntas de Diario de Ibiza que la superficie sintética de Can Misses está encareciendo o echando por tierra algunas negociaciones con futbolistas acostumbrados a césped natural. «Todos los clubes tienen su pros y sus contras y tal vez sea nuestro contra. El tema del césped para según qué tipo de jugador supone un poco más de riesgo, o eso se cree. Es lo que se vende, pero bueno, son circunstancias que defender», explicó Soriano, quien defendió la seguridad del campo municipal de Can Misses. «Si hablamos a nivel de lesiones, me parece que en toda la Segunda B somos el quinto equipo con menos lesiones de la categoría y eso refuerza que, aunque es un hándicap con el bote si está mojado o no respecto al natural, en tema de lesiones o adaptación se demuestra que no hay inconvenientes. Sobre todo el nuestro, que es de última generación y está muy bien cuidado», concluyó.