Ariadna Edo Beltrán

Ariadna Edo, nadadora paralímpica en Ibiza: «En el deporte hay malos momentos, no todo es ganar medallas»

La nadadora Ariadna Edo, de 24 años, charla con alumnos de Ibiza en una nueva jornada de deporte inclusivo en la escuela. Entre otros logros, en 2016 logró una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro y ahora quiere ir a los de París

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

El instituto Balàfia acogió ayer una charla a cargo de la nadadora Ariadna Edo (Castellón, 1998), en el marco de la novena jornada paralímpica de la segunda edición del programa educativo DIE (Deporte Inclusivo en la Escuela). Esta iniciativa está organizada por el departamento de Deportes del Consell de Eivissa, la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte Inclusivo de la UPM y la Fundación Sanitas. Edo (del Club de Natación Castalia Castellón) tiene una discapacidad visual que no le impide colgarse medallas en las competiciones nacionales e internacionales, y ayer charló con alumnos de tercero de ESO sobre su trayectoria, en una ponencia seguida de una parte práctica de deporte inclusivo. También conversó en el centro con este diario, minutos antes de su charla.

«En el deporte hay malos momentos, no todo es ganar medallas»

La nadadora paralímpica Ariadna Edo, a la izquierda, este miércoles durante su charla en el IES Balàfia. / JUAN A. RIERA

¿Qué tiene previsto explicar a los estudiantes?

En este tipo de charlas hago una introducción de mi carrera deportiva, explico cómo empecé en el deporte, mi historia de cómo me detectaron la enfermedad [síndrome de Stargardt], que en mi caso fue a los ocho años, y cómo lo he ido compaginando con actividades extraescolares y la natación. También explico mis inicios en la natación adaptada, porque fue algo progresivo, no al momento de que me detectasen la enfermedad. Cuento cómo todo esto me ha cambiado la vida y el paso que he dado al alto nivel. Además, le doy mucha importancia a lo incluida que he estado en el mundo convencional, porque yo empecé a nadar en un club en el que entrenaba con gente sin discapacidad, y en el colegio, más de lo mismo. Hice mi vida con gente sin discapacidad.

¿Y eso la ayudó?

Esa ha sido mi experiencia de inclusión, y haberla tenido me ha ayudado mucho. Así no se me ha tratado todo el tiempo simplemente como una persona con discapacidad. Durante la charla también hablo de mis logros deportivos y de cómo la natación adaptada cambió mi vida y la redirigió en un sentido que yo hace años no me esperaba, y de cómo me he ido profesionalizando y priorizando el deporte en mi vida. A los 17 años me fui a Madrid para entrenar en el centro de alto rendimiento, donde sigo. Pero también hay que decir que en el deporte no todo es bonito. Me ha llevado a tener momentos malos, de estrés y frustración. No todo es ganar medallas.

Supongo que también hablará de su experiencia en los Juegos Paralímpicos.

Sí, hablo de los dos en los que he estado y también del cambio de pasar de ganar una medalla en los Juegos de Río de Janeiro a no ganar en los de Tokio. Este año estoy acabando la carrera y preparándome para el mundial de este año y para los Juegos del año que viene.

Estudia Psicología, ¿esto le ha ayudado?

La verdad es que en un principio no decidí estudiar esto para dedicarme específicamente a la psicología deportiva, sino porque vi potencial en mi forma de hablar, expresarme y, en definitiva, en lo que puedo transmitir con mis palabras y mi personalidad. Y si he tenido problemas deportivos ha sido por motivos psicológicos, no por lesiones físicas. Esto es lo que me ha hecho ver que la cabeza tiene mucha fuerza, no solo en el deporte sino en el día a día de nuestra vida. De hecho, voy al psicólogo desde hace años y lo veo necesario para cuidar nuestra salud mental.

En la natación comenzó antes de que le detectaran la enfermedad, ¿no?

Sí, fue antes. A los tres añitos comencé a ir a cursillos de una piscina de al lado de mi casa. Fue a los ocho cuando me detectaron la enfermedad. Continué yendo a mis cursillos y a un club convencional. Con 15 o16 años conocí el deporte adaptado y que tenía la posibilidad de competir en deporte adaptado, en igualdad de condiciones con los demás.

No todo es ganar medallas. El deporte me ha llevado a tener momentos de estrés y frustración

Supongo que ya ha participado en charlas como las de hoy [por ayer] en el instituto Balàfia. ¿Cómo suele vivirlas el alumnado?

Sí, he estado en otros institutos, en colegios y también en universidades. Esta es la primera charla en Ibiza. Los niños más pequeños se emocionan mucho y lo viven con ilusión, pero obviamente no les cala porque son muy jóvenes y ni siquiera sé si luego se acordarán de mí. A partir de la ESO, con chavales con más conciencia, estas jornadas les aportan otro punto de vista. Ven que somos personas muy normales, como ellos, a pesar de tener una discapacidad. El problema es que hay muchos prejuicios y se cree que todas las personas con discapacidad tenemos algún problema o discapacidad mental o se piensa que somos muy torpes, y no es así. Yo, como los demás, también he salido de fiesta y he hecho lo que me hace ilusión, así que en actividades como esta puedo ayudar a eliminar algunos prejuicios.

De hecho, además de normalizar, puede demostrarles que las personas con discapacidad también pueden conseguir grandes metas.

Eso espero. Después de las charlas, hay gente que me escribe para decirme que mis palabras le han motivado muchísimo. Ven que somos cercanos y jóvenes que hemos conseguido cosas, aunque con mucho esfuerzo, porque no nos han regalado nada.

¿Alguna vez se ha sentido señalada en el mundo del deporte?

En el deporte no tanto porque cuando nadaba a nivel convencional no era consciente de que competía en desigualdad de condiciones, y en natación adaptada obviamente me sentí totalmente integrada. Sí que he tenido momentos más incómodos en el colegio. No es que yo haya sufrido bullying ni mucho menos, pero al final de niños somos muy ignorantes en algunas cosas. Y claro, cuando era pequeña iba a clase con unas gafas amarillas, un atril y una lupa. En Primaria me preguntaban si estaba ciega o por qué llevaba esas gafas. Que te lo digan así puede hacer daño aunque no se haga con mala intención. En Bachillerato la gente daba por hecho que me pasaba algo aunque no supiesen el qué, pero ya éramos mayores y la situación era diferente.

Por otro lado, tras la charla ante los alumnos de este instituto, habrá una parte práctica. ¿En qué consistirá exactamente?

Esta parte consistirá en cuatro estaciones, en las que practicaremos fútbol para ciegos, volley sentado, goalball, que también es para jugar con los ojos tapados, y atletismo para personas con discapacidad visual. Se trata de practicar algunos deportes tal y como lo harían personas con discapacidad, para que los chicos y chicas se pongan en nuestro papel y lo puedan vivir en su propia piel. Creo que también es algo divertido.

Antes comentaba que en ocasiones ha sentido frustración e incluso estrés como nadadora, pero ahora se está preparando para competir en el Mundial y en los Juegos Paralímpicos. Está viviendo un buen momento deportivo.

No tanto deportivo sino que vivo un buen momento a nivel psicológico. El año pasado estuve de parón. Tuve que darme un descanso en la natación por determinados problemas. Este año lo estoy intentando retomar todo para conseguir ir a los Juegos Olímpicos de París, que son el año que viene.

Logros más destacados

Fue medalla de bronce en los Juegos de Río. También obtuvo cuatro bronces en el Mundial de México y otro en el de Glasgow. Tiene cuatro bronces en campeonatos europeos y es récord del mundo y de Europa en varias pruebas de natación S 13.

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