Juan Francisco Ballesteros, director de Ibiza Gospel Experience: «No creo que haya coro malo, sino director incapaz»

Hace cinco años Juan Francisco Ballesteros (Valencia, 1973), a través de su empresa Just4You Music Solutions, creó los cimientos de Gospel Experience Project, una red de coros que nació en la isla con Ibiza Gospel Experience y que luego se ha ido extendiendo en forma de franquicias por una veintena de ciudades españolas hasta traspasar fronteras y llegar a la capital italiana. Para celebrar este lustro de vida, este director de orquesta, banda y coro, además de pianista, compositor y productor, ha organizado mañana un taller gratuito abierto a todas aquellas personas interesadas en el góspel y en la música coral moderna.

La clase magistral se llevará a cabo en el Patronato Municipal de Música de Ibiza y durará tres horas, de 18 a 21 horas. La impartirá Giancarlo Ruta, cantante, músico, compositor, productor y director de Roma Gospel Experience, el primer coro que ha creado fuera de España Just4You Music Solutions.

Durante la masterclass, las personas inscritas tendrán la oportunidad de participar en el montaje y el ensayo de dos piezas escogidas por el maestro, un arreglo realizado por el propio Ruta del tema ‘Amazing Grace’ y la canción ‘F.A.V.O.R.’ de Kirk Franklin. Hasta ahora, detalla Ballesteros, se han matriculado 45 personas (a través de la web just4you.es), aunque todavía habría alguna plaza más disponible.

En principio, el taller se organizó pensando en los componentes de Ibiza Gospel Experience, pero después se abrió a gente de otras formaciones corales de las Pitiusas con la idea de que canten y aprendan con este prestigioso profesor, «una persona muy importante en el ámbito de la música moderna en Italia», y de paso conozcan el coro dirigido por Ballesteros. La intención, por tanto, es también atraer a nuevos fichajes a la formación coral, que comenzó hace cinco años con cerca de una cuarentena de integrantes y ahora tiene 25, la mayoría mujeres y con una media de edad «mucho más baja que otros coros de la isla».

Ballesteros, que lleva quince años en las Pitiusas como director de coro, es consciente de que mucha gente en Ibiza y en España en general piensa que este tipo de formaciones musicales «son algo aburrido, de gente mayor y vinculadas a la iglesia», nada que ver con el concepto que tienen en otros países como Suecia, donde este director estudió y en el que «todo el mundo en Primaria canta en agrupaciones corales y los coros amateurs suenan a profesionales».

De Ibiza a Roma

Con la idea de romper con todos estos prejuicios que muchos tienen en la isla, creó a través de su empresa Ibiza Gospel Experience, que ensaya en un espacio cedido en theHub, en Santa Gertrudis. «En los coros de Ibiza la media de edad es muy alta y decidí crear un concepto nuevo para ver si funcionaba. En la primera convocatoria se interesaron 90 personas, de todas los perfiles y edades y, al final se formó el coro Ibiza Gospel Experience con unos 30 o 40 integrantes», explica su director. Al ver que el modelo funcionaba en la isla decidió exportar la idea fuera, primero a Mallorca y Valencia y luego a muchas otras ciudades de España y a Roma. La voluntad es seguir expandiéndose por la península, arrancar nuevas franquicias en el norte de Italia y en Lisboa (Portugal) y crear secciones juveniles que sirvan como cantera. «Somos una red de coros de góspel amateur con gestión y dirección profesional», detalla Ballesteros sobre la filosofía de Gospel Experience Project.

«Se puede sacar oro de cualquier persona, siempre que se sepa ver sus debilidades y fortalezas»

En Ibiza Gospel Experience se hacen dos ensayos al mes de una hora y media cada uno de septiembre a julio y los integrantes tienen que pagar por la formación que reciben 250 euros al año. Los coros de la red, dice su máximo responsable, no se limitan al góspel, «también incluyen jazz, soul y pop», y están abiertos a todo el mundo. Ballesteros está convencido que «se puede sacar oro de cualquier persona, siempre que se sepa ver sus debilidades y fortalezas». «No creo que haya coro malo, sino director incapaz», sentencia.

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