La presidenta de Amadiba en Ibiza y madre de uno de los usuarios del centro de educación especial gestionado por esta asociación, Marieta Fernández, afirmó ayer que la denuncia de una madre por «mala atención» en el colegio ha dejado «sorprendidas» a las familias. «Lo que dice esta madre es falso», indicó Fernández, que destacó el «daño moral» que esto supone tanto para las familias que tienen a sus hijos en el centro como a los trabajadores.

Fernández, que primero se definió como portavoz de «todas las familias» y luego como presidenta de la asociación en Ibiza, afirmó que la situación «no es como la cuenta». Sin embargo, se negó a dar ninguna otra versión sobre lo ocurrido. «Todas las familia están alucinadas, lo que dice no es verdad», insistió Fernández.

A mediados de octubre, la madre de uno de los niños con discapacidad profunda matriculado en el centro de educación especial, que funciona a través de un concierto con el Govern, presentó una queja en la delegación territorial de Educación al considerar que su hijo no estaba siendo bien atendido. La madre explicó que al comenzar el curso las instalaciones no contaban con un cambiador para discapacitados ni tampoco con fisioterapeuta ni especialista en audición y lenguaje a pesar de que conocían las necesidades de su hijo, con una parálisis cerebral, desde hacía tiempo. Señaló que la dirección del centro le pidió un tiempo, que concedió a sabiendas de que los comienzos «son difíciles».

Sin embargo, a principios de octubre se percató de que su hijo volvía del centro con hematomas en las manos y uñas hasta que, un día, asegura, llegó del centro con una uña arrancada, tras lo que puso la queja y, tras no obtener una respuesta satisfactoria por parte del colegio, decidió no llevarlo más y solicitar el traslado a otro centro educativo. La conselleria de Educación abrió una investigación y envió a los inspectores, que no detectaron irregularidades durante su estancia.

La presidenta de Amadiba en Ibiza, a cuyo hijo atiende la asociación desde hace cinco años y que ha podido regresar a la isla tras la apertura del centro en Ibiza, niega que esto ocurriera así. Además, Fernández se niega a contestar cuando se le pregunta si la asociación cuenta con otros centros en Balears en los que convivan los dos perfiles de usuarios que acoge el de Ibiza: chicos con trastornos graves de la conducta y grandes discapacitados.