­La dirección general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente ha impuesto una multa de 7.410 euros a las empresas Heineken Internacional y United State of Fans por la fiesta que organizaron con motivo de la final de la Champions League en la playa de s´Estanyol, en la que colocaron una pantalla gigante en el mar.

Esta sanción viene originada por la denuncia realizada en junio por la Guardia Civil (la fiesta se celebró el 6 de junio), aunque Costas no abrió expediente sancionador hasta el 20 de agosto. Previamente, el 30 de julio, el Consell envió un escrito a Costas para saber si pensaba sancionar los incumplimientos. Según Costas, ambas empresas ocuparon el Dominio Público Marítimo Terrestre en 570 metros cuadrados sobre lo autorizado «con elementos muebles para la celebración de un evento». Este organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, también recuerda que cuentan con una denuncia por el mismo motivo del partido político Gent per Eivissa (GxE).

Esta ocupación de más del dominio público ha sido tipificada como una infracción del artículo 91 a) de la Ley 22/1988, de 28 de julio de Costas, por lo que les corresponde esa multa de más de 7.000 euros. Contra esta sanción, las empresas afectadas han presentado alegaciones y el expediente se está tramitando, según fuentes de Medio Ambiente.

Según el informe de la Guardia Civil, los organizadores colocaron una pantalla de 6x3 metros en el mar con «peligro eléctrico» por la «alta conductividad del agua salada». Además instalaron dos más, una de ellas en el chiringuito Pekados, precintado por el Ayuntamiento de Santa Eulària, que el Consistorio ya había advertido en un informe que no se podía utilizar.

Según la Guardia Civil, los organizadores también pusieron tres líneas de sillas, hamacas y mesas para invitados, así como sofás en la misma playa. Asimismo, se montó una zona «más exclusiva» en una parte del chiringuito precintado «desatendiendo las prescripciones del Ayuntamiento de Santa Eulària». El informe resalta además otras actividades no autorizadas, como la colocación de banderas de publicidad en el chiringuito, la instalación de plataformas en el mar para poder montar la pantalla de televisión gigante y la presencia de calentadores de gas para elevar la temperatura nocturna. La Guardia Civil recibió además denuncias de varias personas porque los servicios de seguridad no les dejaban acceder a la playa. El informe de la Benemérita va acompañado de un reportaje fotográfico.

La vicepresidenta segunda del Consell, Marta Díaz, explicó en su día que los informes técnicos previos a la fiesta eran favorables (también había autorización de Costas), aunque la decisión final era política, una determinación que tomó el entonces conseller de Industria, Vicent Roig (PP).