El Consell de Ibiza ha enviado un escrito a la Demarcación de Costas para saber si piensa sancionar los supuestos incumplimientos de Heineken en una fiesta en la playa de s´Estanyol con motivo de la final de la ´Champions´, tal y como denunció la Guardia Civil en un informe. En caso de que Costas no lo haga, el Consell estudiará si las irregularidades detectadas por los agentes son sancionables por la institución insular en el ámbito de sus competencias.

Según este informe de la Guardia Civil, los organizadores, Heineken y United States of Fans, colocaron una pantalla de 6x3 metros en el mar con «peligro eléctrico» por la «alta conductividad del agua salada». Además instalaron dos más, una de ellas en el chiringuito Pekados, precintado por el Ayuntamiento de Santa Eulària, que el Consistorio ya había advertido en un informe que no se podía utilizar.

Según la Guardia Civil, los organizadores también pusieron tres líneas de sillas, hamacas y mesas para invitados, así como sofás en la misma playa. Asimismo, se montó una zona «más exclusiva» en una parte del chiringuito precintado «desatendiendo las prescripciones del Ayuntamiento de Santa Eulària».

El informe resalta además otras actividades no autorizadas, como la colocación de banderas de publicidad en el chiringuito, la instalación de plataformas en el mar para poder montar la pantalla de televisión gigante y la presencia de calentadores de gas para elevar la temperatura nocturna.

La Guardia Civil recibió además denuncias de varias personas porque los servicios de seguridad no les dejaban acceder a la playa. El informe de la Benemérita va acompañado de un reportaje fotográfico.

El Consell envió este material a Costas el 30 de julio para saber si ha abierto expediente sancionador, ya que según la vicepresidenta segunda, Marta Díaz, todas las «irregularidades que cometen» se dan en terrenos de competencia del organismo estatal.

«Sabemos que Costas está saturado de trabajo y estamos a la espera de la respuesta», explicó ayer Díaz, que indicó que ahora habrá que estudiar si lo que dice la Benemérita se «ajusta a la realidad». En función de lo que conteste Costas, la máxima institución insular actuará.

Díaz recordó también que el Consell (entonces gobernado por el PP) autorizó la fiesta porque previamente había habido un informe favorable, con prescripciones, del Ayuntamiento de Santa Eulària. En concreto, el Consistorio pidió que en la fiesta no se utilizara el chiringuito precintado, que se hiciera una correcta limpieza y que no se restringiera el acceso público a la playa, entre otras cosas.

El Consell dio entonces una licencia de actividad no permanente mayor con una serie de condiciones que debía cumplir Heineken, entre ellas las que pidió Santa Eulària. En el informe de la propuesta que elaboraron los funcionarios del Consell, que integra el jurídico y el técnico, se decía que el evento se podía autorizar «siempre que se justificara el interés público», algo que compete al conseller, que entonces era Vicent Roig (PP).

De esta forma, la decisión última sobre la celebración de este evento era política y Roig justificó la autorización porque la fiesta Heineken, a su parecer y según obra en el expediente, podía proporcionar una «promoción turística» y una «repercusión económica y social considerable en beneficio de toda la isla».

Tras la celebración de la fiesta el Consell apreció que en la playa había quedado confeti de colores, por lo que el exconseller fue a verlo y firmó un requerimiento para que la empresa lo retirara. Heineken así lo hizo, pese a que luego se supo que el material era biodegradable, tal y como recogía un informe que presentó la empresa con posterioridad.

Díaz indicó que el Consell hace un seguimiento exhaustivo de estos eventos porque suelen «provocar polémica». De hecho, una de las cosas que se plantea el nuevo equipo de gobierno es crear una plaza de inspector de Industria para vigilar este tipo de actividades «que causan controversia y que molestan a los vecinos».