­El fiscal solicitó ayer dos años de prisión por un delito de estafa para un payés gerundense, juzgado por cobrar supuestamente 3.000 euros a un colega ibicenco por la venta de un tractor que nunca entregó. «No ha habido ánimo de estafa, mi cliente cometió un exceso de confianza al ingresar el dinero en la cuenta de alguien que no conocía», alegó el abogado defensor, que solicitó la absolución. «Después del acuerdo, se dio cuenta de que los portes eran más caros de lo que pensaba. Perdió el teléf0no y no pudo comunicarse», añadió el letrado.

La hermana ingresó 3.000 euros

El acusado, el catalán O. V., no se presentó a la vista oral, a pesar de estar correctamente citado. Sí lo hicieron la supuesta víctima de la estafa y su hermana, que fue la que ingresó los 3.000 euros.

El negocio se cerró el 9 de julio de 2008. El vendedor ofreció mandar el tractor desde la Península, con todos los costes del envío pagados. Incluso, en una de las conversaciones telefónicas mantenidas entre denunciante y denunciado, ofreció un remolque de regalo, según alega la presunta víctima de la estafa.

Una vez ingresados los 3.000 euros, el payés esperó la semana que habían concertado y empezó a llamar al agricultor gerundense, del que no volvió a tener noticias. El teléfono no hacía más que comunicar.

La denuncia generó una instrucción que concluyó, más de cinco años después, en la celebración de una vista oral. La magistrada Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal 2 de Ibiza, dejó ayer la causa vista para sentencia.