­A tan solo un par de semanas de su desaparición, el Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de la Policía Nacional de Ibiza reconoció ayer la colaboración y la labor desempeñada por el magistrado José Espinosa, titular del Juzgado de Instrucción número 2, -con quien los agentes han colaborado estrechamente en numerosas investigaciones- haciéndole entrega de la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco durante la celebración del día del patrón del cuerpo.

Tras recibir la condecoración de manos del jefe de la unidad, quien le propuso para ella, el magistrado destacó que responde a la «colaboración de jueces y funcionarios policiales», que se ha incrementado en los últimos años ante la actividad desarrollada en la isla «por el grupo Greco 12», entre cuyas actuaciones destacó la intervención de «un alijo de 181 kilos de cocaína del cual casi no se ha dado publicidad», entre «otras muchas más operaciones importantes contra el tráfico de drogas».

Espinosa lamentó la desaparición del grupo especial, que contaba actualmente con ocho agentes y que el próximo enero cumpliría cinco años de trabajo estable en la isla, «por razones exclusivamente económicas» pues, afirmó, sus miembros «han prestado un gran servicio en la represión de la delincuencia».

En este sentido, consideró que su extinción como unidad -cuatro agentes seguirán en la isla, integrados en la plantilla de la comisaría- supondrá «una falta de defensa de la sociedad contra la criminalidad organizada». «El trabajo que hace este grupo lo tendrán que asumir otros grupos policiales, como el de estupefacientes, pero indiscutiblemente todo lo que sea suprimir el aparato judicial o policial siempre es una merma de la defensa de los ciudadanos y un posible incremento de la delincuencia», apostilló.

Además de Espinosa, también fueron condecorados con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco los subinspectores Luis González y José Luis del Blanco, a quienes colocaron las insignias el comisario, Julio Suárez Losada, y el director insular de la Administración del Estado, Rafael García Vila, respectivamente, y el policía José Joaquín Fernández, que la recibió de manos de la alcaldesa de Ibiza, Marienna Sánchez-Jáuregui.

La celebración del día del patrón del Cuerpo Nacional de Policía se realizó, a diferencia de otros años e incluida la homilía, en el mismo edificio policial. «Yo le propuse al obispo [Vicente Juan Segura] hacer la misa en la comisaría y le pareció excelentísimo», afirmó Suárez Losada, aunque no pudo oficiarla él mismo al estar de viaje. Una mesa de despacho sirvió de altar y las instalaciones se convirtieron en iglesia por unos minutos, como señaló el sacerdote, quien celebró una misa breve y sin sermón porque los asistentes estaban de pie y no hubiera sido «soportable», agregó.

La crisis, en los discursos

La misa dio paso al acto de entrega de condecoraciones que abrió el comisario y cerró el director insular de la Administración del Estado, con sendos discursos en los que no faltó una referencia a la crisis y a los difíciles momentos que se están viviendo, por la que precisamente los sindicatos policiales optaron por no participar en la festividad al considerar que la ciudadanía no está «para fiestas».

Suárez Losada señaló que aunque es «plenamente consciente» de las «grandes dificultades tanto económicas como profesionales» que están atravesando y «repercuten en el ánimo» de todos, se siente «orgulloso» del comportamiento de los policías, que hacen «gala de una gran profesionalidad, prudencia y firmeza para velar por la seguridad y los derechos de todos».

Asimismo, el comisario animó a los profesionales a continuar trabajando «en aras a una mayor eficacia y eficiencia policial, consiguiendo con ello la conciliación entre libertad y seguridad».

Por su parte, García Vila recordó a los policías que se deben a los ciudadanos y que tienen que lograr que estos los sientan próximos «con educación y cortesía» en sus actuaciones, pero también «con firmeza» en sus decisiones. «Tenéis una misión muy clara, que es garantizar el sistema para que cada día sea mejor, más justo y más seguro», añadió.

«Vivimos una época convulsa, dura, de incertidumbre causada por esta maldita crisis que nos afecta, pero en estas circunstancias hay que demostrar nuestro compromiso, dedicación y entrega», apuntó el director insular de la Administración del Estado, quien señaló que el Gobierno está adoptando «unas medidas muy duras, impopulares y dolorosas para combatir la crisis, obligado por las circunstancias» pero garantizó que la sociedad saldrá de esta situación.

Precisamente en respuesta a algunas de estas medidas los sindicatos decidieron no sumarse a las celebraciones como acto de protesta. En Ibiza, el portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP), Carlos Muñoz, indicó que él y su compañero de sindicato se encerraron ayer en sus despachos -al igual que otros delegados sindicales en Balears- y estuvieron a disposición de afiliados, compañeros o medios de comunicación para dar a conocer la situación que sufren los agentes.

«Nos parece inconcebible que en un país en apariencia desarrollado no se exploren vías de ahorro alternativas a la de comprometer seriamente la eficacia policial, permitiendo que se jubilen miles de policías mientras las promociones nuevas son de unos cientos de agentes para toda España», señaló Muñoz en un comunicado.

También criticó que a los policías, igual que al resto de ciudadanos, se les exija «mucho mayor esfuerzo por mucho menos dinero», mientras algunos políticos han intentado subirse el sueldo. Sobre esto, el secretario de la Unión Federal de Policía (UFP) en Balears, Jaime Mulet, indicó que el poder adquisitivo de los policías ha bajado un 38% desde 2010.

Asimismo, Muñoz subrayó que, en cuanto a la comisaría de Ibiza, no se entiende la razón de gastar «tanto dinero en lujosas paredes de piedra y enormes cristaleras» pero no hay dinero para terminar la galería de tiro.

La crítica

ENCIERRO SINDICAL

Los sindicalistas no hacen fiesta y se encierran en sus despachos

Los dos delegados de la Confederación Española de Policía (CEP) se encerraron ayer en sus despachos como protesta ante los recortes y estuvieron a disposición de sus compañeros o adelantando trabajo.